Se trata de un grupo de científico de Moscú, integrantes del centro de inteligencia artificial de Samsung, quienes lograron desarrollar un algoritmo capaz de animar cualquier cuadro, foto o pinturas que han marcado la historia. 

Gracias a la tecnología de 'deepfakes', rostros como los de Marilyn Monroe, Albert Einsten, Salvador Dalí y por supuesto la Mona Lisa, lograron cobrar vida, moviendo y gesticulando la boca como si fuera una grabación de video. 

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La tecnología desarrollada por la empresa no requiere de una gran cantidad de datos ni cuadros de fotos para realizar la imitación, además la técnica de 'deepfakes' permite imitar a las personas en carne y hueso aunque ya estén muertas.