Curaçao, un paraíso en el Caribe
Con su colorida población y su auténtica arquitectura, es una de las islas más bella del Caribe.
Curaçao
Curaçao está situada alrededor de 60 millas de la Guajira Colombiana, con islas vecinas como Aruba y Bonaire. Las personas que buscan sol, playas blancas con un mar color turquesa y buenas aventuras, entonces, esta isla será la mejor opción para el descanso en unas vacaciones soñadas.
Sus playas y hermosas paisajes son complementados por el alquiler de carros y cuatrimotos para descubrir la isla en todo su esplendor. Además se pueden realizar caminatas para subir a la Montaña Chistoffel y admirar la vista de campo de Curaçao, conocer Willemstand para la ver las coloridas casas de Handelskade o visitar las mansiones campestres o “Laundhuizen” como son conocidas localmente.
La sugerencia principal de la oficina de turismo de Curaçao, isla de los gigantes o el corazón como fue llamada por los españoles es hacerlo todo, hacer lo inesperado, lo inusual y ser totalmente espontaneo, hacer lo que los sentidos te impulsen hacia la curiosidad, porque la isla es un tesoro por descubrir.
Historia
La isla fue descubierta por exploradores Europeos en 1499. Alonso de Ojeda, un teniente de Cristóbal Colón se impresionó tanto con la altura física de los nativos de la isla que la llamo “isla de los gigantes”. Se cree que los españoles llamaron esta isla del caribe “Corazón”, en poco menos de 20 años el nombre Curaçao apareció en un mapa Portugués.
La descolonización de la isla llegó en 1954, cuando las Antillas Holandesas ganaron un estado igualitario dentro del Reino de los Países Bajos. En el 2010 las Antillas Holandesas fueron disueltas y Curazao por sí mismo se convirtió en un país del Reino de los Países Bajos.