Un año después del asesinato de Yuliana Samboní, está pendiente el juicio de los hermanos Uribe Noguera
Doce meses después de aquel domingo 4 de diciembre de 2016, cuando la familia de Yuliana reportó a la pequeña de 7 años como desaparecida en el barrio Bosque Calderón en Bogotá, y luego de encontrarla con signos de violencia en el apartamento del arquitecto de 38 años, Rafael Uribe Noguera, se aumentó su condena.
El pasado 3 de noviembre el Tribunal Superior de Bogotá determinó que por la gravedad de los hechos, la pena que se impuso en primera instancia de 51 años, debía aumentarse a 58 años de prisión para que la misma sea ejemplar, así como la multa que debe pagar que ahora supera los 1.200 millones de pesos.
Pero el caso ha sonado en los últimos días, no solo porque el año que cumple, sino porque se escucharon versiones sobre la posibilidad de que la defensa llevara el caso a revisión de la Corte Suprema para que la misma determinara la inocencia de Uribe Noguera, quien en aceptó, el 11 de enero de este año, haber violentado a Yuliana, pero, su abogado Pedro Aguilar lo negó.
Sin embargo, el caso no se ha cerrado aún, pues queda pendiente determinar su responsabilidad contra sus hermanos, Francisco y Catalina, a quienes se les acusa de los delitos de favorecimiento en secuestro y delitos de ocultamiento alteración o destrucción de material probatorio, pues habrían modificado las pruebas que quedaron de los hechos en el apartamento del arquitecto.
El próximo 14 de diciembre continuará la audiencia contra los hermanos, en la que ya su defensa presentó 40 incluido al mismo Rafael, el padre de la menor, y testimonios de habitantes del barrio de la pequeña.
