Penélope Cruz odia que le pregunten si le da miedo envejecer
“A ver, estamos en 2017, ¿por qué tenemos que seguir hablando de esto las mujeres?”, señaló la actriz.
Penélope Cruz está harta de que en casi todas sus entrevistas le pregunten cómo afronta la perspectiva de envejecer en la meca del cine y si considera que parará de trabajar obligada cuando su atractivo físico deje de llamar la atención de los grandes estudios, especialmente porque de momento solo tiene 42 años, así que ahora ha optado por no dignarse a contestar ese tipo de cuestiones.
"Los periodistas llevan preguntándome desde que tenía, no sé... como unos 22 años si me daba miedo hacerme mayor. Es una locura plantearle algo así a una chica de 22 años, o ya puestos, también a una mujer de 42. Yo trato de combatir esa locura negándome a responderles. Cuando se trata de hablar de las actrices y de cómo se hacen mayores (..) me niego a dedicarle dos minutos siquiera para entrar en ese juego. No lo merece", afirma encendida en una entrevista a la revista Interview realizada por la también intérprete Gwyneth Paltrow.
Como en muchos otros aspectos de su vida, la oscarizada artista solo ha reunido el coraje suficiente para reaccionar con el debido desdén ante cierto tipo de actitudes ofensivas precisamente con la edad y la sabiduría que ha ganado desde que se convirtió en madre.
"Algo cambió cuando di a la luz a mi hija. Comencé a plantearme: 'A ver, estamos en 2017, ¿por qué tenemos que seguir hablando de esto las mujeres?'. Es una locura y ese sentimiento no hizo más que amplificarse cuando me convertí en madre", recuerda.
El hecho de que le moleste que se preste tanta atención a su aspecto no significa que no trate de cuidarse lo más posible, en su caso siguiendo una serie de claves bastante sencillas: cuida enormemente su dieta, debido en gran parte a sus intolerancias alimenticias, y hace ya mucho tiempo que abandonó todos aquellos malos hábitos que podían restar luminosidad a su piel.
"Trato de evitar los lácteos y el azúcar, y no puedo comer gluten porque tengo una gran intolerancia. Como mucha fruta y verduras, y proteínas con un alto valor energético de animales de granja. También bebo un montón de agua, que es algo que no hacía antes. Rara vez bebo alcohol y dejé de fumar hace años, es algo que no echo de menos en mi vida", aseguraba recientemente la guapa española en una entrevista a la revista de moda y belleza InStyle en su papel de embajadora de Lancôme.