Corea: ¿es Inevitable la guerra?
El analista internacional Marcos Péckel expresa su punto de vista frente a la tensa situación que se vive en la península coreana con las pruebas armamentísticas del gobierno de Pyonyang y la respuesta que han dado otros gobiernos del mundo.
Corea del Norte
Tras el último ensayo nuclear de Corea de Norte, surge una vez mas la pregunta de si la guerra es inevitable. En abierto desafío al mundo, el régimen de Kim Jong Un ha acelerado su programa bélico nuclear con aparentes avances en la potencia de sus bombas y la capacidad de montarlas en misiles balísticos, cada vez de mayor alcance.
Sin embargo siempre hay una salida diplomática, todo conflicto ofrece una y este no es la excepción.
Hay que entender que la realidad es la de hoy, hay que lastrar preconceptos y mirar la imagen completa para acometer una negociación cuyo objetivo es evitar el Armagedón atómico.
La diplomacia es hacer todo lo necesario para evitar una confrontación armada.
Esta cuenta con un amplio arsenal que incluye sanciones, negociación, extorsión, bloqueo, amenazas y endulzantes. El fracaso de la diplomacia es la guerra por lo que hay que ensayar todo.
La actual situación se asemeja en parte a la vivida con la crisis de los misiles en Cuba en 1962. Al borde del abismo la diplomacia prevaleció y el mundo se salvó.
Los siguientes ingredientes ayudan a comprender la situación en la península coreana y auscultar las hendijas por la cuales se puede aún colar la diplomacia:
· La visión prevaleciente que una posible reunificación de las dos Coreas debe ser en los términos de occidente al estilo de la reunificación alemana es falaz. Los del norte también están interesados en la reunificación en sus propios términos lo que incluiría ante todo salvaguardar los privilegios de la elite gobernante comenzando por la dinastía Kim.
· Corea del Norte no es suicida. Kim Jong Un entiende que iniciar una guerra es el camino directo a la absoluta aniquilación del régimen y del país. Sin embargo su arsenal atómico es tanto defensivo como ofensivo y dependiendo del ajedrez sería usado de una u otra forma.
· El régimen norcoreano ha comprendido la fragilidad de la alianza es su contra y se aprovecha de esas fisuras. Hasta donde Estados Unidos se movilizaría en la defensa de Corea del Sur y Japón es una pregunta abierta, máxime en los tiempos de Trump. Las provocaciones de Kim con sus ensayos nucleares y lanzamiento de misiles van encaminados a tensionar más aun esa relación.
· Una confrontación militar limitada a las dos Coreas que no involucre otros actores sería uno de los objetivos que busca el régimen de Kim para lo que sus armas nucleares le otorgan una gran ventaja militar y le sirven además para disuadir a otros actores, Japón y Estados Unidos especialmente, de no intervenir. No hay que olvidar que la guerra de Corea en los años 1950-1953 comenzó por un ataque del Norte que buscó la reunificación del país bajo el régimen comunista.
· Corea del Sur no está interesado en una confrontación donde tiene todo por perder y nada por ganar. Sus políticas que no siempre coinciden con las de Washington, pueden ser interpretadas como “apaciguamiento” con las consecuencias que esto implica.
· El interés de China y Rusia es evitar a toda costa la guerra. No tienen un interés particular en mantener el régimen norcoreano pero ante la ausencia de alternativas viables, su única ficha es tratar de moderar a Kim Jong Un, algo que hasta ahora no parecen haber logrado. La fuerte condena por parte de Moscú y Beijing al último ensayo nuclear podría abrir una puerta de mayor colaboración con Estados Unidos para obligar al régimen a congelar su programa nuclear.
· Corea del Norte ya es potencia nuclear. Ese sapo hay que tragárselo. Se debe trabajar bajo ese nuevo paradigma para disuadir a Corea del Norte de no usar sus armas nucleares y no profundizar mas en su desarrollo. Esta es la apertura diplomática.
· Las sanciones no han surtido efecto entre otras porque no han sido lo suficientemente fuertes para arrodillar al régimen. Sanciones efectivas y severas que aíslen completamente a Pyongyang son aun posibles y aplicarlas o no es carta de negociación.
Esa es la nueva realidad que tiene que enfrentar el mundo y la región. La diplomacia es posible en la medida que lo anterior se entienda, de lo contrario podríamos estar al borde al apocalipsis.