Las torpezas de Trump

La campaña por la presidencia de Estados Unidos se ha venido decantando en los últimos días. Los terribles errores por parte del candidato republicano, Donald Trump acercan cada vez más a la victoria a la candidata demócrata, Hillary Clinton quien a pesar de su imagen negativa, lidera las encuestas.

Las salidas de Trump son inaceptables en una democracia como la estadounidense. Insultar a los padres musulmanes de un soldado americano asesinado en la guerra de Irak, insinuar que la violencia es una opción contra la candidata Hillary Clinton porque su presidencia pondría en riesgo el negocio de las armas o asumir posiciones insostenibles a favor de Rusia como instar a hackear los correos de Hillary Clinton son despropósitos mayúsculos.

Las consecuencias de estas acciones son de diverso orden. Por un lado, miembros del partido republicano han empezado a desolidarizarse con el candidato Trump, quien llegó al extremo de anunciar que no daría su respaldo en las elecciones del Congreso a Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes y a John Mc Cain, ex candidato republicano. El ex candidato en las primarias Ted Cruz incluso le negó su apoyo en plena convención republicana.

Otros senadores republicanos han llegado a un punto de no retorno al apoyar a la candidata Clinton. Esta postura recuerda la campaña que hicieron los senadores republicanos en el año de 1996 para elegir un Senado que le hiciera contrapeso al candidato demócrata Bill Clinton al que daban como seguro Presidente del país, sin tener en cuenta la candidatura del republicano, Bob Dole.

Un segundo aspecto, tiene relación con el rechazo generalizado de las poblaciones de origen latino, árabe y africano que han visto cómo crece en algunos estados de la Unión Americana un chovinismo que se alimenta del mal ambiente del señor Trump que ha permeado el país con discursos de apología al odio. Sobra recordar la estupidez relativa a la construcción de un muro entre México y los Estados Unidos y la creciente situación de violencia en ese país que ha llevado a la aprobación en ocho estados de leyes estatales que permiten que en las Universidades públicas los estudiantes puedan ingresar armados.

En las elecciones americanas, los “Swing states” son vitales para definir la presidencia. Se sabe que en una elección normal, la presidencia se define frente a los votantes indecisos en Wisconsin, Pennsylvania, New Hampshire, Minnesota, Ohio, Iowa, Virginia, Florida, Michigan, Nevada, Colorado y Carolina del Norte. Sin embargo, el problema para Donald Trump es que los mismos republicanos en sus Estados mayoritarios no van a pedir apoyo alguno.

En el fondo, reconocen que es mejor conservar el Congreso y evitar daños catastróficos al partido, que jugársela por un candidato que puede conducir a la ruina de su formación política. Saben que un paso en falso, los puede dejar sin mayorías en el legislativo, sin posibilidad de hacer un contrapeso a la presidenta Clinton y asegurando el legado político del presidente Barack Obama.