Yemen, otra ficha en el domino
Telescopio en la Península Arábica.
El domino del colapso de los Estados en el Medio Oriente tras la primavera árabe acaba de agregar otra ficha, esta al sur dela Península Arábica: Yemen. Este país y Libia, dos de los países donde las revueltas acabaron con longevas dictaduras, se han convertido en territorios sin Estado donde el control yace en poder de variopintas milicias combatiendo unas con otras
Otra ficha es Irak, que tras la catástrofe legado de la invasión americana, el derrocamiento de Saddam Hussein, el sectario gobierno de Al Maliki y los efectos de la guerra en Siria, ha visto el territorio fragmentado, controlados su pedazos por milicias kurdas, shiitas y del Estado Islámico, azotado el país por atentados y masacres y una guerra fratricida entre shiitas y sunitas. Siria otro Estado que colapsó tras las revueltas iniciales contra Assad, su territorio hoy en día igualmente atomizado con decenas de milicias que controlan cada una su sector, las principales ciudades en ruinas, el gobierno de Assad entregado a Irán, el Estado Islámico fuerte en el nororiente, el Frente Al Nussra afiliado a Al Qaeda con otra porción, los rebeldes originales con sus pequeños reductos, Hezbollah, el testaferro de Irán salvaguardando al gobierno y los muertos que ya pasan de 250 mil y desplazados cuya cifra asciende a más de 10 millones, creciendo exponencialmente
La frontera entre Siria a Irak yo no existe, mientras que Líbano y Jordania sufren las consecuencias de estados vecinos en guerra, sin ley ni orden, teniendo que lidiar además cada uno con más de un millón de refugiados sirios, sin que nadie responda por ellos
Yemen parecía que tras la caída del dictador Ali Abdullah Saleh, se encaminaba hacia un “final feliz” con una transición mediada por el Consejo de Cooperación del Golfo, léase Arabia Saudita. Sin embargo el sucesor de Saleh, Abdu Rabu Mansur Hadi no pudo construir un sistema incluyente con las diferentes tribus, etnias y sectas y poco a poco vio como el país se encaminaba hacia la anarquía, el sur con fuerte presencia del Al Qaeda y del Estado Islámico y el norte donde se gestaba la revuelta de los Houtis, shiitas apoyados por Irán. Estos en el lapso de pocas semanas, avanzaron con su poderosa milicia, coparon la capital Sana, derrocaron al gobierno, disolvieron el congreso y se autoproclamaron regentes de facto. El gran ganador de la anarquía que se ha tomado buena parte del Medio Oriente es Irán que hoy puede ufanarse de controlar cuatro capitales árabes: Damasco, Beirut, Bagdad y Sana. No es un control absoluto y mañana la muy fluida situación podría dar un giro completo, pero las milicias shiitas aliadas, entrenadas, financiadas y armadas por Teherán, han demostrado una gran capacidad de combate, cuentan con un sofisticado armamento, disciplina y motivación. Lejanos quedaron los días en que Arabia Saudita bombardeaba posiciones Houtis en Yemen para evitar precisamente que estos aliados de Irán levantaran cabeza y se convirtieran en una amenaza de toma del poder, tal como finalmente ocurrió
Yemen es el más pobre de los países árabes, podría ser el primer país del mundo en quedarse sin agua potable, ha sufrido por años revueltas separatistas, atentados de Al Qaeda , ataques con drones americanos a posiciones terroristas y ocupa uno delos últimos lugares en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU. Con el colapso del Estado y del orden la ya precaria situación de sus 26 millones de habitantes solamente podrá empeorar.
