Opinión

Falta de sueño y obesidad en niños

Un estudio nos hace reflexionar al respecto, pues asocia los problemas del sueño, como la apnea, con el exceso de peso.

Falta de sueño y obesidad en niños

Por Sergio RadaExiste una relación que se da entre la de falta de sueño en la niñez temprana y una posible obesidad posterior. Un estudio nos hace reflexionar al respecto, pues asocia los problemas del sueño, como la apnea, con el exceso de peso. Lo que no está claro a partir del estudio es si los problemas del sueño en realidad provocan obesidad, o si alguna otra cosa podría explicar la asociación entre la misma y las dificultades del sueño

Los investigadores analizaron datos de unos 1.900 niños en Inglaterra. Contaban con unos 15 años de seguimiento de los menores. Los que menos dormían a los 5 y a los 6 años de edad tenían un aumento de un 60 a un 100 por ciento en el riesgo de obesidad a los 15 años. (Para los niños de 5 o 6 años, menos de 10.5 horas de sueño por noche se considera demasiado poco, según los investigadores). Los niños que dormían demasiado poco a otras edades no estaban en un riesgo más alto de obesidad, según el estudio

Los investigadores también hallaron que una cuarta parte de los niños estaban en un riesgo más alto de obesidad debido a problemas respiratorios vinculados con el sueño, como los ronquidos o la apnea. Los que tenían los problemas respiratorios más graves asociados con el sueño presentaban el doble de probabilidades de hacerse obesos para los 7, los 10 y los 15 años de edad

El riesgo era ligeramente más elevado en los niños cuyos problemas respiratorios relacionados con el sueño alcanzaron su punto máximo a los 5 o 6 años, pero seguía siendo entre un 60 y un 80 por ciento más alto que entre los que no tenían problemas respiratorios relacionados con el sueño. No observaron si los niños con ambos factores de riesgo tenían un riesgo más alto de obesidad que los que solo presentaban uno de los factores de riesgo

"En años recientes, la falta de sueño se ha convertido en un riesgo bien reconocido de obesidad infantil", apuntó en un comunicado de prensa del Colegio de Medicina Albert Einstein la autora del estudio, Karen Bonuck, profesora de Medicina Familiar y Social, Obstetricia, Ginecología y Salud de las mujeres del colegio, en la ciudad de Nueva York, quien añadió que "sabemos que el camino a la obesidad con frecuencia comienza a principios de la vida. Nuestra investigación da firmeza a la idea de que el sueño insuficiente y el TSR (trastorno del sueño relacionado con la respiración), sobre todo cuando aparecen en la niñez temprana, aumentan el riesgo de ser obeso más adelante en la niñez. Si se muestra de forma concluyente que las perturbaciones del sueño en la niñez provocan obesidad en el futuro, quizá sea vital que padres y médicos identifiquen pronto los problemas de sueño, de forma que se puedan tomar medidas correctoras y prevenir la obesidad. Dado que la obesidad infantil se acerca al 17 por ciento en Estados Unidos, tenemos la esperanza de que los esfuerzos por abordar ambos factores puedan tener un tremendo impacto de salud pública", concluyó Bonuck

Una causa común del trastorno del sueño relacionado con la respiración en los niños son unas amígdalas o adenoides hipertrofiadas. Si ese es el problema, pueden extirparse quirúrgicamente. Otra causa posible es una desalineación de la mandíbula y los dientes. Ese problema se puede tratar con un protector dental o un aparato de ortodoncia

Aprender unos buenos hábitos de sueño puede ayudar a los niños a dormir de forma adecuada

El gran problema norteamericanoUn horario escolar que comienza demasiado pronto es un factor importante, señalan los expertos. Según leemos en el HealthDay News, más del 90 por ciento de los estudiantes de secundaria de EE.UU. sufren de una privación crónica de sueño, lo que pone en peligro a su salud y a su rendimiento académico. Un estudio, que se basa en datos nacionales norteamericanos, encuentra que la mayoría de adolescentes no duermen el mínimo de 9 a 10 horas por noche que recomiendan las directrices estándar

Los adolescentes se enfrentan a varios desafíos al tratar de obtener un sueño adecuado, apuntan los expertos. "No creo que haya un solo factor culpable", apuntó el autor líder del estudio, Charles Basch, profesor de salud y educación del Colegio de los Maestros de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York. "Algunos niños tienen demasiada tarea, otros problemas de salud como el asma", explicó. "Quizá otros sufran de ansiedad o depresión, o son los fármacos recetados que toman para esas afecciones. Las drogas recreativas pueden ser un factor, al igual que tener aparatos electrónicos en la habitación"

Cualquiera que sea el motivo, las encuestas del gobierno muestran que dormir mal es un problema continuo para la mayoría de los adolescentes. "Este tipo de datos solo se ha recolectado desde 2007, así que no podemos decir si la situación ha empeorado de históricamente, pero lo que podemos decir con claridad es que una parte muy sustancial de los estudiantes de secundaria de EE.UU. no duermen lo suficiente", dijo Basch

Su equipo anotó que los adolescentes, en particular, necesitan dormir lo adecuado porque es esencial para la memoria, la atención, el bienestar emocional y la salud física en general

En el estudio, los investigadores rastrearon los hallazgos de cuatro encuestas del gobierno de EE. UU. que se llevaron a cabo en 2007, 2009, 2011 y 2013 como parte del Sistema de Vigilancia de las Conductas de Riesgo de los Jóvenes. Cada año, se preguntó a aproximadamente de 12.000 a 15.000 estudiantes de noveno a décimo segundo curso cuántas horas dormían en promedio en cada noche de la semana escolar

En general, menos del 10 por ciento de los adolescentes dijeron que en realidad cumplían con las directrices del sueño de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. Apenas alrededor del 7 por ciento de las chicas, y más o menos del 8 al 9 por ciento de los chicos dormían entre 9 y 10 horas por noche. Y en gran medida, los patrones de sueño de los adolescentes parecían empeorar con la edad. Las encuestas mostraron que para cuando pasaban el décimo segundo curso, la increíble cifra del 95 por ciento de los estudiantes de último año de secundaria no cumplían con las directrices de los CDC de forma rutinaria

Las chicas tendían a que les fuera peor que a los chicos, ya que las chicas eran más propensas a dormir cinco horas o menos por noche y menos propensas a dormir nueve o más horas por noche, halló el estudio

La raza también pareció formar parte de la ecuación: los adolescentes negros eran significativamente más propensos a dormir cinco o menos horas por noche que sus compañeros blancos

En todas las encuestas se encontró que el 20 por ciento de los chicos y chicas negros tenían rutinas diarias de sueño que incluían cinco horas o menos de sueño. Lo mismo sucedió con el 15 por ciento de las chicas hispanas y con alrededor del 12 por ciento de los chicos hispanos

Según Basch, los horarios escolares que comienzan temprano son un motivo importante de que todos esos adolescentes no duerman. "Cada vez se está prestando más atención a la hora de inicio de las escuelas, y la idea es que los horarios de clases demasiado tempranos no sirven para unos buenos patrones de sueño"

"Sin duda es uno de los problemas", agrega Kelly Baron, profesora asistente de Neurología y directora del Programa de Medicina Conductual del Sueño del departamento de Neurología de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago. Los datos del nuevo informe son "alarmantes". "Aunque seguimos intentando comprender por qué sucede, uno de los motivos es claramente el horario temprano de inicio de la escuela. Hacer que los niños se levanten para comenzar la escuela a las 6 o a las 7 de verdad entra en conflicto con su biología"

Explicó que los patrones de sueño de una persona "cambian de forma natural en el transcurso de la vida. Y uno de los cambios más profundos es que nuestro ritmo natural de 24 horas se modifica cuando entramos en la pubertad. Sin duda es en parte algo social, los niños simplemente quieren quedarse despiertos hasta tarde, y cosas así. Pero la necesidad de quedarse despiertos hasta tarde y levantarse tarde también es biológica. De manera que el horario temprano de inicio de la escuela les prepara para una desventaja crónica respecto al sueño"

¿Pueden los padres hacer algo para animar a sus hijos a dormir más? Baron afirmó que "pueden y deben involucrarse, al fijar toques de queda, establecer horarios de sueño y limitar el tiempo que pasan frente a las pantallas en la habitación. Un ambiente de sueño saludable en casa es esencial". 

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