Intención criminal: Sexo con engaño
En nuestro país hay aproximadamente cinco millones de personas contagiadas con alguna enfermedad venérea.
El número de casos de personas contagiadas por Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en el mundo se puede calcular en cerca, pero bien por encima, del 10% de la población mundial; lo que permite imaginar que en nuestro país haya unos 5 millones de personas contagiadas con alguna enfermedad venérea. Porcentaje en aumento significativo año a año
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Es grande el número de ITS repartido entre parásitos, bacterias, virus y hongos que permanentemente nos tienen en riesgo de contagio. Sin embargo, en el sentir de la gente no hay la conciencia de que algunas de esas ITS son irreversibles y que una vez se ha adquirido el contagio no hay tratamiento alguno que remita definitivamente la infección sino que más bien se tratan los síntomas temporalmente y se pospone tanto como sea posible su inevitable reaparición y exacerbación
El VIH, el VPH, el Herpes, ciertas formas de hepatitis y otras infecciones son reconocidas como “sin remedio” por cuanto no hay tratamiento para curarlas sino apenas para atenuar las molestias y, en algunos de esos casos, para aplazar o dilatar desenlaces fatales. Algunas infecciones curables como la sífilis pueden ser asintomáticas en alguna temporada de sus etapas pero contagiosas y potencialmente mortales
Son muchas las personas que experimentando síntomas de una ITS, ignoran su importancia y le dan tratamientos caseros que si bien pueden atenuar los síntomas, seguramente no dan resultados satisfactorios. Una vez contagiada una persona, según la infección, diríamos que los síntomas deben aparecer apenas unos días después, pero en algunos casos pueden aparecer meses o años más tarde. El hecho de no saber que se tiene la infección o de que están reapareciendo los síntomas, no significa que no pueda contagiar a algunos o todos aquellos con los que tuviera contactos sexuales
Hasta acá, es válida la prudencia y todo mecanismo de prevención de contagio y de protección a sí mismo y a su pareja en donde prima el sexo seguro, con pareja sana, conocida y estable; sin la intromisión de terceros que pudieran aportar ITS a la pareja original. Cualquier desliz de uno u otra potencia el riesgo de que en la pareja aparezca alguna ITS. Por fortuna de muchos, hay tratamientos confiables –eficaces y eficientes- para un buen número de ellas
Pero, ¿qué pasa con aquellos que, sabiendo que tienen una ITS, no informan a su pareja sobre ello con el fin de acceder a relaciones sexuales, o por otros motivos?En algunos países ha cursado y tenido éxito una demanda contra este tipo de sujetos bajo el cargo de “intención criminal” puesto que, a sabiendas de su condición y del riesgo a que someten al otro, omiten deliberadamente la información poniendo en peligro su integridad y su vida. Lesiones personales, Intento de homicidio u homicidio, según el desenlace, son los cargos usuales para estas conductas delictivas
Nos compete y nos corresponde compartir esta información y colaborar con las denuncias pertinentes para generar un movimiento social y jurídico que instale penas para estos criminales.