​Dispareunia femenina: Sexo Doloroso
Malestar genital o perigenital para la mujer antes de la penetración.
La Dispareunia femenina se define como malestar genital o perigenital para la mujer antes de la penetración, durante ella o posterior, en por lo menos la mitad de las relaciones sexuales
Aunque puede sonar extraño que se presente malestar antes de una penetración, debe quedar claro que éste es usualmente el resultado de tejidos genitales o perigenitales muy sensibles, lesionados o atrofiados. Cuando se inicia la excitación y una buena cantidad de sangre invade las estructuras sexuales hinchándolas, desplazándolas y sensibilizándolas; obviamente, si hay malformación, resequedad, infección, laceración o trauma se produce la sensación de dolor, algunas veces incapacitante
Una forma extrema de dispareunia anticipada a la penetración está relacionada con el vaginismo; disfunción en la que por el temor a ser penetrada contrae involuntaria pero fuertemente los músculos perivaginales generando molestias antes de la penetración y dificultando o impidiendo la penetración que puede resultar, además, en molestias durante y posteriores
Por otra parte, algunas mujeres se resienten durante la penetración, en principio por las mismas razones de malformación, resequedad, infección, laceración o trauma que se exacerban, no con la tumescencia característica de la excitación sino con la fricción, con los movimientos o con la distensión de los tejidos producidos por la inserción peneal
Por último, también un buen grupo de mujeres presenta quejas frecuentes sobre malestares que asocian como secuelas de una relación sexual. Las más frecuentes son por ovarios o ligamentos resentidos durante el movimiento sexual o por la fricción y trauma en el introito vaginal o en el orificio uretral; así como por la sensibilidad del clítoris posterior a una relación sexual brusca o de extrema excitación localizada
Dejando a un lado el cansancio físico o los dolores musculares propios de los esfuerzos que pudieran darse durante una relación sexual y tal vez ciertas cefaleas o similares, hacemos énfasis en que el sexo doloroso para la mujer hace referencia al malestar en la zona genital o al dolor pélvico o abdominal que se asocie especialmente con las relaciones sexuales; como p.e., las distensiones de los ligamentos que fijan las estructuras genitales, molestias del colon, recto o ano, cistitis, dolores de ovarios, contracciones uterinas, y una gran variedad de molestias vaginales y vulvares
Obviamente hay condiciones estructurales y funcionales en algunas mujeres que tal vez requieran intervenciones quirúrgicas o procedimientos más complejos; pero muchas de estas dificultades son tratadas con sencillas indicaciones de modificación en el procedimiento sexual que incluyen posiciones diferentes, ritmos diferentes, lubricantes, calentamiento y estiramiento, ejercicios sexuales de habilitación de los genitales y otras técnicas de buen pronóstico
La vida sexual debe ser plena, responsable, sana y, especialmente, satisfactoria. Cualquier molestia que impida disfrutarla debe ser consultada para superarla tan pronto como sea posible.