¡Démosle un respiro a la maldita menstruación!
La menstruación no es sucia; una mujer limpia y sana no contagia con ella a su pareja sexual, ni un hombre pierde su pene por tener relaciones sexuales con ella durante el período.
La menstruación; llamada también regla, sanguina o desopilación; es simplemente la forma ingeniosa en que el organismo femenino retira de su interior los restos del tejido endometrial para que en el siguiente ciclo, uno renovado y fresco se le pueda ofrecer a un posible huésped: un nuevo ser en sus primeras etapas de desarrollo
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Aproximadamente en la mitad del ciclo anterior, tal vez se liberó un óvulo que pudo haber sido fecundado en los dos días siguientes. En caso contrario, unos 12 días después de la ovulación se interrumpe bruscamente la producción de hormonas, especialmente la luteinizante (LH) y la folículo estimulante (FSH) y, como consecuencia, se desprende el tejido que recubre el interior del útero –el endometrio– en forma de células secas y sueltas que deben ser eliminadas
Para retirar ese polvillo húmedo, se libera un poco de sangre dentro del útero –se calculan menos de unos 100 cc.– que la fuerza de la gravedad arrastra hacia abajo y hacia afuera creando el sangrado característico
Como se puede ver, en una persona sana, el sangrado menstrual no es algo satánico, impuro o enfermizo ni mucho menos algo que pueda contagiar o contaminar a alguien. Más bien es la evidencia de que ese organismo está sano y funcionando bien
La sangre menstrual es sangre común y corriente que arrastra a ese polvillo en que se convirtió el endometrio al no ser utilizado en este ciclo; un polvillo formado por células muertas de lo que en su momento fue lo más sagrado de ese organismo: el lecho más sano y protegido donde reposaría y se desarrollaría un bebé
La sangre menstrual no huele diferente de la que queda en ese organismo y sólo cambia su olor cuando, al salir, entra en contacto con el aire y se oxida. Entonces, no debemos tenerle prevenciones, ni ascos prejuiciosos
La menstruación no es sucia; una mujer limpia y sana no contagia con ella a su pareja sexual, quien, valga la aclaración, tampoco pierde su pene o se le altera por tener relaciones sexuales con ella durante el período (como creen algunos…)
A ciertas mujeres, les es fácil identificar la confiable y pronta aparición del sangrado por cuanto sufren del denominado Síndrome Premenstrual (SPM) que se caracteriza por irritación, abatimiento, senos sensibles, cefaleas, fatiga, calambres, distracción y otros malestares que han sido polémicos en ambientes científicos, ya que un bando acepta, por su causa, incluso la mayor probabilidad de actos delictivos, visitas a centros médicos, accidentes y suicidios; mientras que el otro bando sugiere que los síntomas pueden ser más bien el resultado del sesgo cultural que anticipa malestares asociados con la menstruación y hace a las mujeres más propensas a experimentarlos por sugestión, hasta el punto de que en grupos cada mujer tiende a reportar finalmente los mismos malestares que el resto
Independientemente de cuál bando tenga razón, deben quedar varias cosas claras:1. No le tema a la menstruación ni la prejuzgue
2. Aprenda a aceptar y hasta a disfrutar que aparezca su bendita menstruación –no maldita– es síntoma de su salud y prolonga su juventud
3. Si no les molesta untarse ni los cambios en las sensaciones de contacto y fricción, entonces no se prive de sus relaciones sexuales
4. Un sangrado vaginal, especialmente en mujeres no regulares, no necesariamente es una menstruación. No se confíe, porque puede quedar embarazada
5. La Relajación es una estrategia recomendada para atenuar los síntomas del SPM
6. Si persiste el malestar, recurra a los medicamentos indicados para el efecto, pero recuerde,7. La mejor forma de atenuar los malestares asociados es ¡un orgasmo!
