Una misión europea verificará controles en frontera de España con Gibraltar

Una delegación enviada por la Comisión Europea verificará los controles que España lleva a cabo en la frontera con la colonia británica de Gibraltar, según acordaron el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, con el de ese organismo comunitario, José Manuel Durao Barroso. Ambos conversaron hoy telefónicamente en el marco de la controversia que desde hace más de tres semanas mantienen España y el Reino Unido por diversos aspectos vinculados a Gibraltar. El acuerdo de Rajoy y Barroso coincide con la petición que al presidente de la Comisión hizo el pasado viernes el primer ministro británico, David Cameron, molesto por los controles que España aplica desde hace más de dos semanas en la Verja para verificar que no hay tráficos ilícitos, como el contrabando de tabaco. Los controles, que motivaron también una nota de protesta de la diplomacia británica ante España, tienen un significado político, según Londres y generan largas colas de vehículos. España rechaza esa visión y Rajoy reiteró hoy ante Barroso que los controles son proporcionados y legítimos, dado que Gibraltar no pertenece al Espacio Schengen, que permite la libre circulación de personas en una veintena de países europeos. No hay fecha para el envío de esa delegación de funcionarios de Bruselas, aunque el Ejecutivo comunitario manejaba ya antes de la petición de Cameron que fuera en septiembre, porque previamente había habido quejas de ciudadanos gibraltareños y eurodiputados. El mandatario español y el comunitario acordaron que esa misión "debe, tan pronto como sea posible, examinar in situ las cuestiones relacionadas con el control y el movimiento de personas y bienes en la frontera", informó la CE en un comunicado. Aparte de asegurar a Barroso España hace controles aleatorios, proporcionales y no discriminatorios en la frontera, Rajoy planteó otros puntos que suponen un escollo con las autoridades del Peñón. Entre ellos el lanzamiento de bloques de hormigón en las aguas de la bahía de Algeciras para crear un arrecife artificial, que perjudica a los pescadores locales y, según España, vulnera la normativa medioambiental. Rajoy también expresó la necesidad de verificar y controlar que la actividad económica en Gibraltar no vaya contra la normativa europea sobre blanqueode dinero, contrabando y fiscalidad. Sobre la conversación entre Rajoy y Barroso, un portavoz oficial británico dijo a Efe que el Reino Unido "aplaudirá la implicación de Bruselas" en la actual coyuntura y precisó que no haría más comentarios. Otro de los elementos que han enturbiado la relación hispano-británica es la posibilidad aireada por Madrid de establecer algún tipo de tasa a los que crucen la Verja. Otras fuentes comunitarias puntualizaron que si bien un país no puede cobrar una tasa por la entrada a otro Estado miembro, sí cabría la posibilidad de establecer el cobro de un peaje por el uso de las carreteras que dan acceso a la frontera.