Inseguridad urbana, mucho más allá de la delincuencia común

Los organismos de seguridad del Estado empiezan el 2013 con el reto de contener los avances de la delincuencia organizada en Bogotá y las denominadas bandas criminales, que imponen su poder armado en centros urbanos como Medellín, Santa Marta y Barranquilla. En Bogotá existen altos índices de 'microextorsión' a pequeños comerciantes y recientemente han estallado guerras por el control territorial del narcotráfico, evidenciadas en hechos como la denominada masacre de Los Pascuales, donde murieron cinco miembros de una sola familia. El mayor problema de la extorsión, según las autoridades, es el subregistro, ya que la mayoría de las víctimas no se atreve a denunciar por miedo. En ilícito crece en un círculo vicioso, amparado tras ejércitos de hombres armados, muchos de ellos, por el poder de la adición a la droga

En ciudades como Medellín, las capitales y ciudades intermedias de la Costa, la extorsión y el narcotráfico conviven con las guerras entre narcotraficantes a gran escala, que luchan por las rutas de salida al mar de la cocaína. El hecho más reciente fue la muerte de nueve integrantes de la denominada Oficina de Envigado, según las autoridades en un enfrentamiento por el poder que dejaron alias 'Sebastián' y 'Valenciano', detenidos recientemente

Este brote de violencia preocupa al Gobierno Nacional que anuncio medidas adicionales amparadas en las nuevas facultades para reformar la Fiscalía General de la Nación El propio presidente Juan Manuel Santos señaló al finalizar un Consejo de Seguridad en Bogotá que se requiere que el trabajo del ente acusador se enfoqué sobre los grandes fenómenos criminales, y no sobre delitos cometidos de manera individual en muchos casos por menores de edad. El consultor en temas de seguridad urbana Hugo Acero aseguró que el Estado debe entender que en las ciudades ya no está enfrentando a delincuentes comunes si no a bandas organizadas, que cada vez tienen formas de actuar más sofisticadas

Precisó que esta situación es evidente en casos de extorsión y tráfico de armas y personas en las capitales

“Necesitamos fiscales que no actúen como jueces y jueces que no actúen como defensores de los delincuentes” para poder enfrentar el crecimiento del crimen precisó al reclamar atención del Consejo Superior de la Judicatura fortalecer la acción judicial contra el crimen urbano

Desde otros puntos de vista, como el del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, la solución a la delincuencia urbana pasa por renovar la política antidroga y el incremento de los presupuestos para educación. Para el mandatario capitalino las medidas de Fuerza Pública y judicial pasan a un segundo plano