Política

Un proceso de paz difícil de cubrir

Para poder llegar a La Habana es necesario tramitar una visa de trabajo que cuesta 80 dólares americanos y que solo se puede usar por 30 días.

Además de la discreción del Gobierno y el hermetismo que rodea la mesa de negociación, la conectividad, las restricciones y los exagerados e inusuales cobros se convierten en dificultades para cientos de periodistas que viajaron a la isla para intentar contarle al mundo los avances de un proceso que podría dar por terminado el conflicto en Colombia Para poder llegar a La Habana es necesario tramitar una visa de trabajo que cuesta 80 dólares americanos y que solo se puede usar por 30 días, al cabo de los cuales será necesario renovarla volviendo a pagar

Una vez en territorio cubano es obligatorio acreditarse en el centro internacional de prensa, donde se expide un carné, que tiene un costo de 65 dólares aproximadamente, con el que las autoridades, en teoría, deberían permitir la labor periodística. Para el caso del acceso internet, la situación es crítica pues el ancho de banda en muchos lugares no supera un megabyte lo que hace casi imposible enviar archivos, audios, fotografías o videos. El precio por navegar oscila entre 5 y 10 dólares la hora. Tal vez quienes pagan más caro su derecho a divulgar información son los canales de televisión que tienen que desplazar equipos de transmisión satelital para enviar su material, lo que implica el uso de un espectro electromagnético muy costoso

La entrada de la antena flyaway, para transmisión de audio y video, puede costar 10.000 dólares. Cada día de permanencia en la isla con derecho a utilización de la señal tiene un valor de 5.000 dólares

Estos aparatos de gran tamaño son necesario tenerlos en un lugar seguro, por lo que en los al rededores del Palacio de Convenciones se tiene que cancelar un valor de 15 dólares diarios por metro cuadrado que ocupe el equipamiento

Las cámaras de televisión no pueden utilizar micrófonos inalámbricos, de lo contrario se decomisa el equipo y recuperarlo puede costar hasta 80 dólares

A diario, los equipos son sometidos a revisiones en las cuales se comprueba que estén acreditados y que efectivamente tengan licencia de funcionamiento

A todo esto se suma que no se puede grabar en cualquier parte de la isla y que los ciudadanos cubanos no son muy amigos de los medios de comunicación, son personas amables, de buen humor y muy carismáticos, pero con miedo de decir algo que pueda molestar a las autoridades de su país

Así las cosas, la recursividad es la única herramienta que permite un desarrollo medianamente adecuado de la actividad periodística y la difusión de información.

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