Agoniza nuestro fútbol
¿Cómo es posible que un negocio súper rentable como el fútbol este quebrado? Si en Colombia la Dimayor, la federación, Coldeportes y el estado no se ponen las pilas, nuestros equipos quedaran insubsistentes, los jugadores desempleados y la gente desprogramada. <br />
Nuestro fútbol colombiano se está desmoronando todo los días y si no se toman medidas de choque, sucumbirá a corto plazo. El deporte más apetecido del mundo pasa por su peor momento porque los costos han superado ampliamente los ingresos. Los grandes clubes invierten millones para ser campeones o jugar torneos como la Liga de Campeones, la Liga Europea o la Copa Libertadores, pero al no lograrlo entran en déficit y eso sucede con la mayoría. Equipos poderosos como Barcelona tiene una deuda de 489 millones de euros y las ligas más pomposas como España e Italia están abocadas a cambiar sus estructuras porque no tienen dinero y en los próximos años sus resultados económicos serán negativos. El caso colombiano no es menos dramático y tiene un ítem desfavorable: no posee la proyección internacional para ser vendido en un mercado orbital que sigue consumiendo fútbol, que está ávido de espectáculo y que tiene mucho dinero para gastar pero en buenas alternativas. En nuestra liga 6 de los 18 equipos están quebrados, 8 deben quincenas, 4 viven una situación al límite y las huelgas se han vuelto comunes entre los jugadores porque no aguantan la falta de pago. Aquí sobreviven los que pertenecen a la empresa privada como Nacional (organización Ardila Lulle), Junior (Grupo Char), Equidad (Seguros Equidad y Saludcop) y Tolima (Empresas de Gabriel Camargo), el Huila se la ha rebuscado con muchos patrocinadores, Chico y Envigado han subsistido con la venta de jugadores, Cúcuta y Medellín por la gran afición, Millonarios que está tratando de salir de un concordato con una figura económica que será eficiente solo con los buenos resultados, el Cali con la mejor organización pero con la peor administración y el resto en la olla. Y no quiero referirme a la Primer B donde los equipos son casi de miseria La Dimayor trabaja con el día a día y prefirió venderle el patrocinio del torneo a Postobón por 45.000 millones de pesos en 5 años que a Coca Cola que ofreció 75.000 millones. Lo hizo porque Postobón le adelantaba 25.000 millones que ya se van a gastar y despreció a Coca Cola porque los distribuía en 35.000 en dinero y 40.000 millones en adecuación de estadios y fortalecimiento de las categorías juveniles durante el tiempo del contrato. Decidió por el presente y no por el futuro. Sin embargo gracias a Postobón el problema no se ha desbocado. ¿Por qué la situación colombiana es tan angustiosa? Porque el espectáculo es malo, porque las boletas son costosas, porque los estadios son incómodos, por la inseguridad y la violencia de las barras, porque la estructura administrativa es frágil, porque las divisiones inferiores son pocas, porque los clubes no tienen capacidad de inversión para traer figuras y porque los contados buenos jugadores que surgen son vendidos rápidamente al exterior. El fútbol en Colombia es un deporte mal jugado pero bien promocionado, mal vendido pero bien valorizado, mal manejado pero bien respaldado. Mientras los clubes sigan siendo entidades sin ánimo de lucro estarán condenados al fracaso. La Dimayor es una entidad privada que tendría que promover ante Coldeportes y el Congreso que los equipos se vuelvan sociedades anónimas para que la actividad, altamente rentable en el mundo, sea atractiva como inversión empresarial y no como inversión individual de agentes y mercenarios. Además aquí el estado no ayuda, como en muchos países, sabiendo que es el único entretenimiento dominical estable que tiene la gente. La ley que pretendía volver los equipos sociedades anónimas se hundió por falta de trámite, no se concilió el texto entre senado y cámara por falta de tiempo. El fútbol colombiano está agonizando a pasos agigantados y el enfermo no quiere aceptar sus males. Si no hay soluciones de ley y de conciencia, el negocio se acabará y nuestro fútbol se volverá de potrero, porque ya es de pacotilla.




