Legalizan captura de persona que ordenó falsificar placas de ‘carro bomba’
Luego de dos horas y media de audiencia reservada ante el juez 33 de Garantías, a las 2 de la mañana finalmente fue legalizada la captura de Adelmo López Cortes.
Luego de dos horas y media de audiencia reservada ante el juez 33 de Garantías, a las 2 de la mañana finalmente fue legalizada la captura de Adelmo López Cortes, la persona que habría contactado telefónicamente y que pagó 400 mil pesos a Gustavo Ladino, el falsificador de las placas del swift 1.3, quien se presentó de manera voluntaria el viernes a la Fiscalía y que aceptó el hecho. Ambos fueron incluidos en el Programa de Protección a Víctima y Testigos, en el grado de Protección Máxima, y en principio a ninguno de los dos le fue imputado ningún cargo, por lo que hasta el momento son los principales testigos que tiene la Fiscalía para descubrir los autores materiales e intelectuales del atentado el pasado jueves. Hasta el momento las autoridades trabajan en la búsqueda de los dos retratos hablados que proporcionó Ladino y que serían de las personas que recogieron las placas del vehículo; de otra parte continúan los allanamientos, sin embargo ayer con información que entregó Adelmo López y algunas direcciones que suministró a la Fiscalía, la Policía Judicial no logró obtener mayores resultados, más allá de la incautación de varios celulares y un computador que fueron obtenido al momento de su captura y que permanecen bajo cadena de custodia
Dueño del vehículo, un misterioCon respecto al vehículo, fuentes de la Fiscalía confirmaron a Caracol Radio confirmaron que este no pertenece a un suboficial, pero que en el momento del robo el que lo conducía sí era un sargento del Ejército quien habría intentado ocultar su identidad debido a que el 31 de julio se encontraba en un establecimiento nocturno en cercanías a las Avenida Boyacá con Primero de Mayo, en el sector conocido como 'cuadra alegre', departiendo junto a algunos amigos. El carro pertenecería a una mujer, de quien las autoridades no quisieron proporcionar el nombre, pero que se lo prestó al suboficial, a quien al parecer le suministraron escopolamina, también salió embriagado del sitio donde estaba y cuando fue al parqueadero donde dejó estacionado el vehículo ya se lo habían robado. El suboficial acudió al Hospital Militar, allí permaneció durante cinco días y hasta el 4 de agosto interpuso la denuncia.