Desastre Bogotano
Millonarios y Santa Fe no estarán en los cuadrangulares finales por sus propios errores y desaciertos. Si sus directivos no renuncian como tendrían que hacerlo, deberian por lo menos pedrile consejos al hermanito menor la Equidad, que les ha dado ejemplo de como jugar fútbol y administrar un equipo.
La eliminación de Millonarios y Santa Fe de los cuadrangulares es la consecuencia de los equivocados manejos de sus directivos, la falta de categoría de sus jugadores y ayuditas de los entrenadores. Millonarios completa 20 años sin ser campeón y Santa Fe 33, pero más allá de la carencia de títulos es la ausencia de esperanzas al no clasificar entre los 8 primeros del torneo. Los dos equipos mataron la ilusión de sus hinchas, están condenando su historia y han ahuyentado a los nuevos seguidores. ¿Quién quiere hoy ser hincha de dos fracasados como Santa fe y Millonarios? Sus actuales directivas no deben seguir manejando instituciones tan grandes que vienen de totazo en totazo. Ya es hora de despejar el camino y permitir la llegada de nuevas administraciones. Continuar, obligaría a suponer que de alguna manera se están lucrando del desastre. No puede ser que ignoren la afición desesperada, que sigan tan campantes al frente en medio de la vergüenza deportiva. Santa fe contrató 16 nuevos jugadores al inicio de año y sacaron al “Pecoso” Castro por fracasar aunque dejó el equipo tercero y clasificado a los cuadrangulares finales. El “Bolillo” Gómez tuvo el mérito de montar la defensa más sólida del torneo, pero marcó 7 goles menos que el del primer semestre. La salida de Leyder Preciado fue una equivocación que costó caro. Como otros errores reiterados que reconoció el Presidente del equipo. El fútbol es un estado de ánimo y el “Bolillo” no lo supo manejar porque su mensaje fue siempre equivocado. Cuando llegó dijo que Santa Fe se iba a demorar mucho en jugar bien, pero los dos mejores partidos del semestre los hizo al principio contra Real Madrid y el 5-0 a Nacional. No supo capitalizar el arranque estimulador y el buen comienzo. Siempre habló de una nómina no tan buena como afirmaban los precursores del Ferrari y muchas veces anticipó malos partidos como el que perdieron ante Equidad en El Campín. Le quitó confianza al grupo y lo desmotivó
El caso de Millonarios es distinto. Fue el segundo equipo más goleador del torneo y el que más goles hizo de visitante, pero careció de jerarquía para administrar resultados: Le ganaba al Bucaramanga de visitante y le empataron al final, derrotaba al Chico en Tunja y terminó perdiendo, empataba con Santa Fe en el primer clásico y cayó en el último minuto y lo más grave, le ganaba a Envigado 2-0 en Bogotá a los 21 minutos, era absoluto dominador, con otro gol clasificaba a los cuadrangulares sin depender de nadie, pero terminó metido atrás recibiendo un gol del rival que lo volvió a eliminar como sucedió en el torneo pasado. Más de uno extrañó a Ricardo Ciciliano negociado con el Once Caldas. Hoy son muchas las protestas contra el manejo financiero del equipo, hay demandas de por medio sobre la venta de la finca, rumores graves sobre sus balances y afirmaciones no públicas de jugadores a quienes directivos les pidieron dinero para llegar y jugar en Millonarios. Pero esta hecatombe también toca a los jugadores, grandes responsables de lo sucedido. Muchos buenos otros no tanto, pero nóminas ambas muy superiores a las de varios equipos clasificados. En Santa Fe las inversiones más costosas como Luis Fernando Mosquera, Edison Tolosa y Cesar Valoyes fracasaron rotundamente y a Christian Nazarith lo pusieron solo en 4 partidos y anotó dos goles. En Millonarios los refuerzos aportaron muy poco: los goles de Milton Rodríguez no sirvieron, Oscar Córdoba y Héctor Hurtado no impidieron que al equipo le hicieran gol por partido y jamás pudieron manejar los juegos. Ambos clubes contrataron los dos entrenadores más prestigiosos del mercado local y no pudieron con los grupos que dirigieron. Y aunque hubo muchos errores y desaciertos, sacarlos sería maximizar las equivocaciones. El futbol bogotano tradicional pasa por su más profunda crisis, ver a la Equidad entre los 8, un equipo joven, sin hinchada, con recursos limitados y nómina reducida, debe producir tremenda envidia a los azules y rojos. Por eso si los directivos de Millonarios y Santa Fe no deciden renunciar, deberían consultar a los que manejan al hermanito menor y despreciado para ver como se hace. El Alcalde de Bogotá, hincha del fútbol, debería aprovechar la emergencia social dictada por el gobierno, para proclamar una emergencia deportiva e intervenir a Santa Fe y a Millonarios por captar ilegalmente afectos e ilusiones.
