Internacional

Oriente Medio no espera grandes cambios de las elecciones de EEUU

Oriente Medio no espera que las próximas elecciones de EEUU aporten grandes cambios en una región.

Oriente Medio no espera grandes cambios de las elecciones de EEUU

Oriente Medio no espera que las próximas elecciones de EEUU aporten grandes cambios en una región que, según analistas políticos, seguirá siendo unos de los principales quebraderos de cabeza para la Casa Blanca. "Será difícil, si no imposible, que cualquier presidente de EEUU, ya sea republicano o demócrata, aplique grandes cambios a la política estadounidense hacia Oriente Medio en favor de una solución justa, duradera e integral", dijo Jalil Anani, del Centro Al Ahram para Estudios Políticos y Estratégicos, con sede en El Cairo. Irán e Irak parecen haberse convertido en los principales focos de atención de las propuestas presidenciales sobre Oriente Medio, lo que ha dejado para un segundo término temas históricos que siguen latentes en la región, como la relación entre árabes e israelíes. "No espero que el nuevo presidente se atreva a aplicar mayor presión a Israel para que abandone los territorios ocupados en la guerra de 1967", agregó Anani. La ríspida relación de Washington con Teherán no parece que vaya a tener grandes cambios si el nuevo inquilino de la Casa Blanca es el demócrata Barack Obama o el republicano John McCain, o por lo menos así lo cree el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad. "Nuestra postura respecto a EEUU es permanente, y se basa en mantener relaciones de acuerdo con el respeto mutuo y la justicia", afirmó recientemente en Teherán Ahmadineyad. Los dos candidatos presidenciales, al igual que el resto de los líderes mundiales, temen que Irán pueda acceder a armamento nuclear, pero mantienen diferentes criterios para enfrentarse al problema, según el profesor egipcio Emad Gad. McCain ha dejado claro que no debe existir un diálogo directo con Teherán escudándose en las posiciones de Ahmadineyad sobre Israel, pero Obama no quiere dejar cerrada esa puerta. Las diferencias entre los dos aspirantes presidenciales son más claras en el tema de Irak, el tema de política exterior que más ha enfrentado a los dos candidatos, especialmente por la necesidad de que sigan allí más de cien mil soldados estadounidenses que sostienen al Gobierno de Bagdad e impiden que el país caiga en el caos. "El único cambio que puede anticiparse (en la región sobre las elecciones estadounidenses) será fijar el calendario para la retirada de las tropas estadounidenses de Irak, en caso de que ganen los demócratas", sostiene el columnista del semanario árabe Al Arabi Akram al Kassas. El momento de las elecciones presidenciales coincide con los últimos pasos para llegar a un acuerdo entre Irak y EEUU que fija el marco legal para las tropas estadounidenses, al vencer a fin de año el mandato dado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Las dos partes llevan más de un mes diciendo que los negociadores están en la etapa final del convenio, y sostienen que esperan cerrarlo pronto. El borrador del acuerdo, según fuentes iraquíes, establece que los soldados estadounidenses salgan de las ciudades iraquíes antes de fines de junio del año próximo, y abandonen definitivamente Irak el 31 de diciembre del 2011. Washington, sin embargo, prefiere trabajar con más flexibilidad de calendarios y los generales estadounidenses quieren dejar preparado al ejército iraquí antes de abandonar el país. Los gobiernos de Irak y EEUU empezaron en el primer trimestre del año a definir este convenio, y aunque se esperaba cerrar a finales de julio, el plazo que se impusieron las partes no se cumplió, lo que da a entender la complejidad de la negociación. "Este convenio es la versión más avanzada de cualquier otro convenio estratégico que haya definido EEUU con cualquier otro país del mundo", afirmó el ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Hoshiar Zibari, en agosto pasado. Los analistas de la región coinciden en que, aunque haya urgencia por definir el tema de Irak, otros problemas más de fondo, como la conflictiva relación entre árabes e israelíes que se arrastra desde décadas, tendrán que esperar. "Los cambios en la política (hacia Oriente Medio) serán muy limitados y muy lentos, porque el nuevo presidente necesita tiempo", sostiene Al Kassas. "No espero grandes cambios por lo menos en dos años", agregó.

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