Política

Demócratas rechazan el TLC entre EEUU y Colombia

Líderes demócratas de la Cámara de Representantes de EE.UU. condicionaron su apoyo al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia a que el gobierno de Bogotá demuestre "resultados sostenidos" contra la violencia, la impunidad y los paramilitares

Líderes demócratas de la Cámara de Representantes de EE.UU. condicionaron su apoyo al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia a que el gobierno de Bogotá demuestre "resultados sostenidos" contra la violencia, la impunidad y los paramilitares.

La presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, el líder de la mayoría, Steny Hoyer, y el presidente del Comité de Medios y Arbitrios, Charles Rangel, explicaron que los problemas "de esa naturaleza" no pueden resolverse solamente "a través del lenguaje en un pacto comercial".
"Creemos que primero tiene que haber pruebas concretas de resultados sostenidos sobre el terreno en Colombia, y los miembros del Congreso continuarán trabajando con todas las partes interesadas para lograr esto antes de analizar cualquier TLC", indicaron los congresistas en un comunicado conjunto. "Por lo tanto, no podemos apoyar el TLC con Colombia en estos momentos", enfatizaron.

Cambios al TLC
El jueves, el ministro de Comercio de Colombia, Luis Guillermo Plata, estuvo en Washington para firmar una serie de ajustes laborales y ambientales al TLC, exigidos por el Congreso como condición a su apoyo del pacto comercial.

Los cambios al TLC son producto de intensas negociaciones entre el Congreso y la Administración Bush, que en mayo pasado acordaron que, de forma vinculante, todo TLC deberá incluir normas internacionales sobre las protecciones laborales, ambientales y de propiedad intelectual.

Al parecer, estos cambios no conmueven a los demócratas, que ahora controlan el Congreso, ya que han expresado preocupación por la violencia contra los sindicalistas, la situación de derechos humanos, y el escándalo por los vínculos de políticos con paramilitares en Colombia.

En su conjunto, esa situación sigue siendo una enorme traba para la ratificación del TLC con Colombia, por el que el gobierno de Bogotá, incluso, ha contratado a importantes firmas de relaciones públicas y presión política.
La noche del jueves, el Senado aprobó una extensión de ocho meses para las preferencias arancelarias andinas que EE.UU. concede a Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador por su lucha antinarcóticos. Esa extensión ha sido interpretada como un "puente" mientras el Legislativo somete a votación los TLC pendientes.

La embajadora de Colombia ante la Casa Blanca, Carolina Barco, señaló que esa prórroga "le da estabilidad a un amplio sector de los exportadores que genera más de 600.000 puestos de trabajo". Según Barco, la extensión de las preferencias "constituye una señal muy positiva, pues se entienden como un puente hacia la aprobación del Tratado de Libre Comercio en el Congreso norteamericano, que esperamos se produzca próximamente".

Pero, a juzgar por las declaraciones de los demócratas, no habrá acción en el Legislativo respecto a los TLC, al menos antes de agosto próximo. Según Pelosi, Rangel encabezará una delegación bipartidista a Perú y Panamá, en agosto próximo, para reunirse con miembros del Congreso y del gobierno de ambos países y "darles la oportunidad de consultar" con los congresistas estadounidenses.

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