Las pandillas norteamericanas: se toman el país y ahora quieren el mundo
Según el Departamento de Estado de los Estados Unidos, hoy en día hay 21 mil pandillas en Norte América. Y solo hace falta caminar por Bedford-Stuyvesant, en Brooklyn, o por Hunters Point, en el Bronx para verlas y sentirlas en carne propia. Estos barrios son ahora comparados con el sur-centro de Los Ángeles, zona conocida como la capital mundial de las pandillas

Las pandillas norteamericanas: se toman el país y ahora quieren el mundo
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Por: Diego SeniorSegún el Departamento de Estado de los Estados Unidos, hoy en día hay 21 mil pandillas en Norte América. Y solo hace falta caminar por Bedford-Stuyvesant, en Brooklyn, o por Hunters Point, en el Bronx para verlas y sentirlas en carne propia. Estos barrios son ahora comparados con el sur-centro de Los Ángeles, zona conocida como la capital mundial de las pandillas. Así esos barrios son reconocidos por ser los nichos de las pandillas de Nueva York, estas violentas agrupaciones también están creciendo en otros lugares, según las autoridades locales en la costa este estadounidense. Por un lado, se desplazan a los barrios de clase alta para buscar jóvenes con dinero, pero ahora están utilizando el internet para reclutar más adeptos.Lo ratifica a Caracol Radio el ex policía de Nueva York, Lou Savelli, quien ha escrito dos libros sobre pandillas callejeras y ha recibido más de 100 medallas por su trabajo policial en la capital del mundo durante 23 años de servicio. “Hay literalmente miles de sitios de internet sobre pandillas, pero son en sitios muy populares entre los jóvenes donde se buscan nuevos miembros. Myspace.com tiene contenidos y foros donde muchos pandilleros han montado su información para "reclutar”, dice Savelli. “Hay también otro medio conocido es Youtube.com. Si se busca ahí la palabra pandilla, se presentan 6 mil resultados de videos para hacerse miembro. Hay más de 300 sitios de encuentros sociales en el internet, todas las pandillas tienen gente reclutando ahí”, insiste el investigador que hoy en día recorre los Estados Unidos identificando pandillas locales y advirtiendo a las familias sobre este problema. Los más sangrientosLos Bloodz, los Crips, la MaraSalvatrucha 13, los Latin Kings, los Batos Locos y los Ángeles del Infierno son las pandillas más peligrosas de los EEUU.Todos luchan contra todos, cada grupo tiene sus respectivos ritos de inicio, y sus territorios. Los Ángeles del Infierno reclutan basados en motocicletas, la MaraSalvatrucha, salvadoreña, recluta a narcotraficantes latinos de bajo perfil y delincuentes comunes. Pero la de los Bloodz, por ejemplo, es la forma de encontrar adeptos mas sangrienta. Así lo narra Arnaldo Salinas, líder de los “Ángeles Guardianes”, el principal grupo opositor de pandillas en Nueva York. “Los Bloodz tienen un ritual llamado ‘Blood in, blood out’, que quiere decir que para entrar tienes que sangrar. Un grupo de ellos te golpea hasta que vean buena cantidad de sangre salir de tu cuerpo. No paran hasta que sangres bastante y de ahí en adelante ya eres miembro. Para salirte de la pandilla ocurre lo mismo pero es mucho peor”, comenta Salinas. De hecho los “Ángeles Guardianes” se han convertido en la autoridad principal de la capital del mundo contra los grupos violentos en lugares donde la policía no tiene presencia. Son una especie de ‘pandilla anti pandilla’. Refiriéndose a los verdaderos pandilleros, Salinas dice que “ellos saben que si cometen un crimen en nuestra presencia, no me importa si son Bloodz, Crips o MaraSalvatrucha, les vamos pa’ encima y los vamos a arrestar. Ellos nos tiene respeto y nosotros no le faltamos respeto a ellos. De hecho tratamos, como jóvenes que son, de hablarles y acercarlos a nosotros para que tengan un mañana”. Un ejemplo con cara de mujer Hoy por hoy, según las cifras del Departamento de Estado, son más de 700 mil pandilleros que recorren las calles norteamericanas, a los cuales el FBI les sigue el rastro de cerca, sobre todo por los rumores concurrentes de sus posibles vínculos con terroristas internacionales como Al Qaeda. Pero detrás del trabajo policial esta el dolor personal, como el ejemplo de Alejandra Mejía.Uno de los principales contrincantes de los Bloodz son los Batos Locos. Alejandra Mejía solía patrullar esta pandilla desde los 16 años de edad, armada con navajas e incluso armas de fuego, solo buscaba violencia. Hoy, a sus 21 años, Alejandra se reformo y ahora es policía, parte de la unidad anti pandillas de su ciudad. Ella compartió su experiencia con Caracol.“Solo me traía problemas. Vendíamos drogas, las usábamos, tomábamos y peleábamos todo el día. Nuestras herramientas normalmente eran pistolas, cuchillos y navajas. Básicamente éramos una pandilla perteneciente a los Batos Locos, nuestros colores eran el azul, gris o negro. Nunca usábamos el rojo, ese color es de la otra pandilla. Si veíamos alguien vestido de rojo le caíamos y peleábamos. Esto era algo de todos los días”, comenta Mejía recordando sus días en las calles. El caso de esta mejicana es excepcional, no solo porque son pocos los que sobreviven tras dejar a los Batos Locos sino que ella ahora utiliza sus conocimientos de las calles y los vicios para el bien, con el departamento de policía de West Point. Muy al estilo de Hollywood. El sufrimiento de las familias y de los pandilleros arrepentidos se puede evitar con la derrota del miedo por parte de las víctimas. Según dice Mariela Palomino, asistente en casos de violencia urbana y pandillas para la Fiscalía del Condado de Queens en Nueva York, la clave está en denunciar, algo que usualmente pasa de largo. “Lo que necesitamos para combatir este problema es la cooperación de victimas y de los testigos que ven lo que ocurre. Algunos no quieren cooperar con la policía por muchas razones, sobre esto Palomino enfatiza en que “es el miedo. Las personas piensan que aquí no se habla el idioma, piensan que no los entienden o que les vamos a mal lograr su situación. Sin esa cooperación de los ciudadanos, las pandillas van a ganar”. Rumbo a ColombiaEste fue solo un vistazo a un cáncer que afecta la sociedad norteamericana y que según los expertos ha crecido más allá de norte y centro del continente. Muy posiblemente está infectando las urbes colombianas ya atrofiadas por el narcotráfico y la guerrilla. Savelli, el veterano policía neoyorquino, lo recalca también. “Las pandillas están llegando a donde haya una juventud que esté buscando algo nuevo, distinto al mundo en que vive. Incluso a Colombia.” De acuerdo a Savelli, Colombia es “un país ya suficientemente afectado por la violencia de los carteles en Bogotá y Medellín, se convierte también en objetivo de pandillas norteamericanas. Las pandillas están creciendo en el mundo precisamente porque nuestra juventud moderna las ha popularizado. Hoy ser pandillero, simplemente es "popular".



