La sonda "Stardust" llega con su carga de polvo cósmico
La sonda espacial "Stardust" (Polvo de Estrellas) depositó hoy, con éxito, su valiosa carga de polvo cósmico, en el desierto del estado de Utah, al noroeste del país. Los científicos de la NASA acogieron con aplausos la llegada de la cápsula poco después de las 10.00 GMT, tal y como estaba previsto, poniendo fin así a una misión de siete años
La sonda espacial "Stardust" (Polvo de Estrellas) depositó hoy, con éxito, su valiosa carga de polvo cósmico, en el desierto del estado de Utah, al noroeste del país. Los científicos de la NASA acogieron con aplausos la llegada de la cápsula poco después de las 10.00 GMT, tal y como estaba previsto, poniendo fin así a una misión de siete años. Ahora esperan poder utilizar la cosecha de polvo cósmico recogida por la "Stardust" para desvelar numerosas incógnitas sobre el origen del Sistema Solar. Nada más tocar tierra, un grupo de expertos de la Agencia Espacial estadounidense se desplazó en helicóptero al lugar del aterrizaje, en el Campo de Pruebas y Entrenamiento de la Fuerza Aérea de EEUU en Utah, para recoger la cápsula. Está previsto que la trasladen a un laboratorio especialmente habilitado para el estudio de las muestras en el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston (Texas). La cápsula se separó correctamente de Stardust horas antes de la llegada, atravesó las capas altas de nuestra atmósfera y se posó con perfección en el helado desierto de Utah. A las 10.10 GMT, la cápsula finalizaba su largo viaje de 7 años y 4.630 millones de kilómetros al tocar tierra mientras era filmada por las cámaras situadas en la zona de aterrizaje. La "Stardust" partió el 7 de febrero de 1999 desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral (Florida) y, en su largo recorrido, ha llegado a pasar a sólo 240 kilómetros del núcleo del cometa "Wild 2" para recoger partículas microscópicas de su polvo cósmico. La sonda también capturó muestras de polvo interestelar que ingresan al Sistema Solar provenientes de otras galaxias. Según los científicos, esas minúsculas partículas cósmicas, cuya masa no es de más de un miligramo, responderán a interrogantes fundamentales no sólo sobre el origen del Sistema Solar sino también sobre la naturaleza de los cometas.



