Política

Ministro francés de Exteriores anuncia próximo viaje a Colombia para hablar del secuestro de Ingrid Betancourt

"En nombre de los derechos humanos, es imposible pensar por un solo instante que se deje todavía a esta mujer en estas condiciones", dijo el jefe de la diplomacia francesa, Philippe Douste-Blazy, en la televisión "LCI", a preguntas sobre el secuestro de Betancourt, ex candidata a la presidencia de Colombia

El ministro francés de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, anunció hoy que próximamente viajará a Colombia, donde la franco-colombiana Ingrid Betancourt está desde 2002 en manos de la guerrilla de las FARC, que excluyeron ayer todo acuerdo con el Gobierno del presidente Alvaro Uribe para un canje humanitario.
"En nombre de los derechos humanos, es imposible pensar por un solo instante que se deje todavía a esta mujer en estas condiciones", dijo el jefe de la diplomacia francesa en la televisión "LCI", a preguntas sobre el secuestro de Betancourt, ex candidata a la presidencia de Colombia.
Tras recordar que en este asunto hay "dos partes", el Gobierno de Uribe, por un lado, y las FARC por otro, el ministro dijo que en materia de secuestros "la discreción es quizás la cosa más importante en asuntos de secuestros, pero también hay una determinación y es total".
En un comunicado difundido ayer por internet, las FARC descartaron un posible acuerdo humanitario con el Gobierno de Uribe para liberar a los secuestrados, pese a las gestiones de España, Francia y Suiza.
El mandato de Uribe finaliza en agosto próximo, aunque tiene la posibilidad de ser reelegido en los comicios de mayo, de acuerdo con las encuestas, que le dan un amplío margen de apoyo popular.
Douste-Blazy no comentó directamente el rechazo por las FARC de todo acuerdo, bajo el Gobierno de Uribe, para un canje humanitario entre parte de los rehenes en su poder, incluida Betancourt, y guerrilleros encarcelados.
El presidente colombiano aceptó el pasado 13 de diciembre la propuesta de España, Francia y Suiza para la creación de una zona de seguridad de 180 kilómetros cuadrados en las montañas de Pradera para que delegados del Gobierno y de las FARC negociasen la liberación de 59 políticos, soldados y policías secuestrados, a cambio de la de guerrilleros encarcelados.
"En su afán de explotar electoralmente una iniciativa", Uribe "ha lanzado al despeñadero todo un esfuerzo diplomático", afirmaron las FARC en la nota al denunciar la "actitud precipitada y ligera" del mandatario" colombiano.
Al mismo tiempo, la guerrilla hizo "un reconocimiento a los buenos oficios de los gobiernos de Francia, Suiza y España".

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