"El que más tiene es el que menos da": Rafael Urrea Gómez
El optómetra charaleño renunció a la Foscal para dedicarse por completo a recorrer la provincia santandereana, ayudando a gente humilde.
Bucaramanga
Algunos de sus pacientes le pagan con aves de corral como gallinas y patos; es un hombre de pueblo, entiende a la gente de la provincia y con ellos, con personas humildes se siente a sus anchas. Es Rafael Urrea Gómez, profesional de la salud nacido en Charalá, Santander.
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En el Personaje de la Semana, la historia de este profesional que renunció a la clínica Carlos Ardila Lulle de Floridablanca para dedicarse a la atención de pacientes de pequeños municipios de la región. Recuerda que aún sin haberse graduado de la Universidad de La Salle en Bogotá y luego de hacer el año rural en Yolombó, Antioquia, comenzó a trabajar en Santander con una unidad móvil que recorría las provincias.
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En uno de esos primeros desplazamientos, en García Rovira conoció a una médica que luego ser convirtió en su esposa. Tras haberse apartado de la Foscal hace tres años, siguió viajando fuera del área metropolitana de Bucaramanga. "VIvir y trabajar con la gente del campo es lo más agradable.", asegura. Dice que si le tocara cerrar un consultorio, se quedaría con el de los municipios.
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Sufrió de Covid hace algunos meses. Su primer maestro en la vida profesional fue el médico Fernando González Puyana; luego, estuvo en el mismo consultorio de Virgilio Galvis Ramírez. Aprecia a su colega Juan Carlos Rueda, especialista en glaucoma, la segunda causa de ceguera a nivel mundial.