Industria de cruceros, trabaja por perfeccionar protocolos de bioseguridad
La tasa de contagio en los buques de Royal Caribbean tras el reinicio de operaciones es de apenas 0.03%, con solo 166 casos leves
Cartagena de Indias
Un interesante debate en torno al manejo de los protocolos de bioseguridad para los turistas de cruceros se evidenció en el XIX Congreso AAPA Latino.
El encuentro de argumentos lo inició Alicia Ricalde Magaña, directora general de la Administración Portuaria Integral (API), de Quintana Roo, México; quien dijo que las burbujas creadas desde los protocolos que manejan los barcos son incómodas para los agentes locales de turismo y los pasajeros.
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Afirmó que es una inconformidad que reina en algunos destinos porque “las navieras imponen los protocolos y los puertos los tienen que asumirlos”.
“Es evidente que se necesita el cumplimiento de los protocolos básicos exigidos en cada lugar, pero no está bien limitar las posibilidades del destino. Tenemos que ponernos de acuerdo para coordinarnos”, subrayó.
Jaime Castillo, director global de Operaciones Portuarias de Royal Caribbean Group, se manifestó partidario de la unidad de criterios y principios sobre el funcionamiento de los protocolos, aunque advirtió la dificultad que representa las particularidades de cada actor.
“Sería muy bueno tener una sola receta para todos, porque cada país lidia con su programa de vacunación a su manera y la industria de cruceros ha tenido que adaptarse en cada destino”, expresó; y agregó que “a nivel individual no podemos resolver todos los problemas, por eso tenemos que trabajar en colectivo entre puertos, líneas de cruceros y destinos”.
Los protocolos funcionan
Castillo explicó que los protocolos que trabajan las navieras han permitido un marco fuerte de acción que ha funcionado y han sido el resultado de atender las recomendaciones de entidades internacionales de salud, considerando las exigencias de cada país de destino.
Señaló que muestra de ello es la tasa de contagio en los buques de Royal Caribbean tras el reinicio de operaciones es de apenas 0.03%, con solo 166 casos leves entre 500.000 pasajeros, ninguno agudo, la mayoría asintomáticos. “Esta es una clara demostración de que los protocolos han funcionado”, dijo.
Otro elemento que destacó es la necesidad de que los destinos sean más consistentes en los procedimientos ante los buques que están en camino. “Si se presenta una nueva eventualidad o un cambio de panorama por algún suceso y hay un buque en camino, los destinos no deberían cambiar los protocolos en medio del viaje, porque la industria enloquece”, manifestó.
Por su parte, el gerente del puerto y director financiero de PortMiami, Andrew Hecker, anotó que los protocolos están funcionando bien, pero seguirán registrándose cambios y avances, dependiendo de los ajustes propios de situaciones como la aparición de variantes del virus COVID-19 o los picos de contagios en cada país.
“Que los protocolos funcionen ha hecho que la industria vuelva a ganarse la confianza de los pasajeros”, dijo Hecker.
A su turno, el comisionado de Federal Maritime Comission, Louis E. Sola, indicó que la industria está asumiendo un rol muy importante en las regulaciones de los viajes internacionales y tanto las navieras como los puertos las están implementando.
Dijo que es necesario que las organizaciones marítimas Internacionales defiendan a los cruceros. “Hay mucha tripulación a la que no le permiten bajar en el destino. La industria privada tiene que continuar esa cooperación hacia delante”.
A juicio de Adam Caserano, vicepresidente senior de Florida-Caribbean Cruise Association, la teoría probada es que los protocolos funcionan. “Si alguien enferma es atendido y el viaje sigue. Antes no permitían la llegada a puerto y eso fue lo peor”.“Los avances permiten vislumbrar que vienen cosas buenas”, pronosticó.
Para la directora general de la API de Quintana Roo, México, Alicia Ricalde Magaña, la OMI es quien debe estandarizar protocolos. “Los protocolos deben seguir haciéndose pero las burbujas que con ellos se crean no deben extenderse hasta el destino”, consideró.
La discusión concluyó con una apuesta de todos por la unión de esfuerzos a fin de consolidar prácticas que propicien un desarrollo de las actividades de la industria de cruceros sin perjuicio de ninguna de las partes.
La importancia de la industria de cruceros en América y el Caribe se evidencia en su fuerte dinámica económica, toda vez que moviliza alrededor de 155 billones de dólares en la región.