Residentes de San Diego aseguran estar "sitiados" por la ilegalidad
Los habitantes de este barrio de Cartagena denunciaron que raperos, vendedores informales, prostitución, proxenetas y jíbaros invaden las calles
Cartagena de Indias
Conservar la vida de barrio en San Diego, Centro Histórico de Cartagena, es la batalla que comenzaron a librar los residentes. Esta comunidad asegura estar "sitiada" como en la época de Pablo Morillo, pero ahora se trata de la conquista de sus calles, plazas, parques y esquinas por la informalidad y la ilegalidad.
El Colectivo Somos Centro Histórico denunció que raperos, vendedores informales, prostitución, proxenetas y jíbaros, acosan a residentes con escándalos, riñas y ocupación del espacio público que ya no es para uso y disfrute de la comunidad.
Puntualizaron que las jovencitas sandieganas son acosadas con palabras irrespetuosas por hombres que dicen groserías. A la mayoría de estas adolescentes les da pavor transitar solas las calles de su barrio porque tienen que enfrentar esta violencia sexual.
“Estamos es acorralados, encerrados, acuartelados, por favor, es un llamado a gritos de urgencia; nuestra vida familiar y de comunidad peligra ante toda esta locura que se viene presentando en San Diego”. Así enfatizan residentes.
El Colectivo Somos Centro Histórico solicitó a las autoridades locales poner control a esta invasión de informalidad e ilegalidad. Recordó a las autoridades que la Unesco ha señalado de manera insistente que la conservación de la autenticidad e integridad del Centro Histórico se encuentra en riesgo por la gentrificación y los cambios en las dinámicas de cohesión social, producidos por el uso intensivo del turismo. En su último documento, del 4 de junio del presente año, la Unesco hizo un llamado al Estado colombiano a tomar medidas frente a este fenómeno.
El Colectivo pidió tomar medidas para que Cartagena permanezca en la lista Unesco, protegiendo la vida de barrio sandiegana, que es parte esencial de la declaratoria de patrimonio de la humanidad. Hace un llamado para que le pongan freno a estos fenómenos de informalidad e ilegalidad que amenazan con desaparecer la vida de barrio.
Así mismo, solicitó replantear el plan piloto que viene contemplando el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, IPCC, con los artistas callejeros, porque consideran que es legitimar el problema de la turistificación. Pide buscar espacios idóneos para este tipo de actividades, sin que se afecte la integridad del Centro Histórico.
Denuncian que los vendedores ambulantes de sombreros y manillas están ubicados de manera estacionaria en las calles de la Carbonera y jardín esquina con Camposanto. Además, de la ocupación del espacio público, la informalidad y los artistas callejeros tienen un “casino ambulante” porque juegan ludo, cartas y domino, ello, permite que se armen escándalos y hasta riñas.