Arqueología, museos y artesanía en la provincia del Alto Ricaurte en Boyacá
Esta provincia del departamento, es uno de los destinos de mayor preferencia por los turistas. Les contamos por qué.

Plaza principal del municipio de Villa de Leyva, se realizó el tradicional Festival de las Luces 2015.(Colprensa.)
Tunja (Colombia)
A tres horas de Bogotá se encuentra Sáchica que hace parte de la provincia boyacense del Alto Ricaurte, allí su atractivo turístico, está en sus casas coloniales, con hallazgos paleontológicos de millones de años, tumbas indígenas, pero también viñedos y si pasa por este bello municipio colonial debe probar la gallina con papa y yuca.
Lo más importante, por esta época de pandemia, los turistas deben tener en cuenta que, al arribar a Sáchica, de calles adoquinadas y casas coloniales, se debe cumplir con todos los protocolos de bioseguridad, así como los lugareños cuentan con tapabocas, gel antibacterial, alcohol y el distanciamiento de dos metros.
La fiesta más importante de Sáchica, se celebra en el mes de abril, es la semana santa en vivo, sus habitantes personifican las vidas de Jesús, María, José, Pilatos, Barrabas, romanos, judíos y fariseos.
A 10 minutos se encuentra el municipio de Villa de Leyva, uno de los más bellos de Colombia con sus calles empedradas, de una plazoleta gigantesca, sus casas coloniales de techos de barro, balcones y ventanas con materas y coloridas flores.
Gran variedad de museos hay por recorrer cuando se camina por la bella Villa como el centro de investigaciones paleontológicas, museo el fósil, la casa museo Antonio Nariño; el arte, la pintura y la literatura de la casa museo Luis Alberto Acuña, el observatorio de indígenas muiscas, iglesias y museos de chocolate.
Lea también: Boyacá: arte, cultura, gastronomía con productos locales y paisajes
Cuenta con actividades de aventuras, recorridos en chiva, alquiler de cuatrimotos para recorrer el sector de pozo azul, restaurantes y hoteles con precios para todos los gustos.
Arte, música, teatro y conciertos son eventos que evocan una Villa de Leyva intelectual y cultural. “Aquí estamos listos para recibir a los turistas con todos los protocolos de bioseguridad”, dice el alcalde Javier Castellanos.
Sutamarchán, se puede disfrutar de una exquisita gastronomía como el cuchuco con espinazo, la fritanga, chicarrones, arepas y la deliciosa longaniza, también encontraran viñedos y artesanías.
Como es una constante el Alto Ricaurte, en Sutamarchán hay vestigios de tumbas, ruinas indígenas, pero cuenta con el convento de Santo Eccehomo que data de 1620, muy visitado por habitantes y turistas.
Es la tomatina, su evento cultural más importante del año, se celebra en junio, en donde las personas se lanzan tomates uno con otros. “Este es un encuentro al cual llegan turistas no solo de otras regiones de Colombia, sino de otras partes del mundo”, dice el alcalde Francisco Javier Villamil.
A tan solo 10 minutos está el pacífico municipio de Tinjacá. Al entrar el turista se topará con uno de los climas más agradables del país, su gastronomía: envueltos, chorizos, arepas de maíz y trigo, génovas de res y cerdo.
Pero hay un tesoro escondido en el viejo taller la Tagua por donde han pasado tres generaciones de artesanos. Allí se encuentra el más diminuto ajedrez del mundo, historias de los indígenas y campesinos tallados en sus artesanías, arte elaborado con reciclaje como salas en papel periódico.
Finalmente, se llega a Ráquira, donde encontrarán un pueblo rural similar al descrito en la Caverna por José Saramago, donde sus habitantes se niegan a dejar a tras la tradición y con dedicación elaboran infinitas clases de artesanías de arcilla, madera, fique, lana y reciclaje.
Ruanas de todos los tamaños y diseños; jarrones grandes y diminutos, alcancías de barro gigantescas, materas, juegos de losa de barro y vitrales. Mientras usted camina amigo turista por las cuadras coloniales, de Ráquira de fondo podrá escuchar las historias del campo en la voz del poeta costumbrista Jorge Velosa.



