Denuncian descontrol por reactivación económica en el Centro Histórico
Habitantes de la Ciudad Amurallada piden consejo de seguridad
Cartagena de Indias
Con el retorno de los excesos nocturnos, a través de una serie de fiestas privadas se están violando los derechos fundamentales de los residentes del Centro Histórico, se presume que dichas actividades cuentan con prostitución, licor, drogas y una alta contaminación auditiva, producto de potentes equipos de sonidos y agrupaciones musicales. Todo sucede, sin control de las autoridades ni sanciones ejemplarizantes.
A través de una comunicación enviada al alcalde, William Dau, con copia al comandante de la policía metropolitana, el Colectivo Somos Centro Histórico formalizó la solicitud para que dichas autoridades convoquen a un consejo extraordinario de seguridad que controle esta problemática social, además, de vulnerar la tranquilidad de los vecinos los expone al rebrote del COVID-19 en la zona, demás habitantes y turistas de Cartagena, todo ello, etiqueta a la ciudad como un destino nada seguro.
En lo que va del mes de septiembre, cuando se dio espacio a una nueva realidad de autocontrol y reactivación económica en medio de la pandemia por COVID-19, poco a poco el Centro Histórico de Cartagena de Indias retoma las temporadas turísticas que internacionalmente dejan una imagen negativa a la ciudad, dado a los excesos nocturnos en las discotecas, consumo de licor y drogas abiertamente en las calles, prostitución y explotación sexual de menores.
Este tipo de turismo o actividades económicas formales e informales son las que violan los derechos fundamentales de los residentes, las normas urbanísticas del Centro Histórico, el Código de Policía y otras disposiciones. En distintas comunicaciones enviadas por el Colectivo Somos Centro Histórico a las autoridades locales y de control como el Ministerio Público se ha solicitado acompañamiento para la protección de esos derechos ciudadanos.
El Colectivo Somos Centro Histórico, lo integran vecinos de San Diego, Centro y Getsemaní, más 10 organizaciones sociales, culturales, vecinales y ambientales que lidera la propuesta de implementar el turismo comunitario y cultural en esta parte de la ciudad que dé una nueva dinámica económica a la zona, se trata de un plan incluyente que potencie el patrimonio material e inmaterial del lugar.