En Cartagena, Villa Rosita instala vigilancia para vendedores ambulantes
Cansados de megáfonos, sirenas y el peligro del COVID-19, esta comunidad decidió aislarse
Cartagena de Indias
El ingreso de vendedores ambulantes y personal no residente, ahora es mucho más controlado en el barrio Villa Rosita de Cartagena.
Un grupo de vecinos apoyados por la Junta de Acción Comunal, instaló un puesto de control con el fin de prevenir contagios de COVID-19, y la constante incomodidad que según ellos, generan los comerciantes al sonar sus megáfonos.
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"Hay muchos vecinos que quedaron sin trabajo; ellos se organizaron en una vigilancia comunitaria y todos los sábados le hacemos un aporte. También me gustaría señalar que no ha llegado ninguna ayuda del distrito, hemos hecho gestiones pero nada", expresó Adalgiza Carrasquilla, presidente de la JAC.
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Hasta una esponja con productos químicos, fuer instalada para desinfectar las llantas de todos los vehículos que deseen entrar a este barrio.