Matachines, una tradición de 40 años en Floridablanca
Es tradicional que en las tardes calurosas un grupo de personas ataviadas con máscaras y ropajes vistosos recorran los barrios populares persiguiendo en son de juego a los niños.
Bucaramanga
Los matachines, una tradición de hace 4 décadas, en Floridablanca, ya salieron a las calles del área metropolitana de Bucaramanga para alegrar a los niños.
German Orduz Cabrera, director de la casa de cultura Piedra del Sol explicó que este fenómeno surgió por ingenio de Héctor Hugo Arteaga, un tolimense que emigró a Santander en las épocas de la violencia.
Como hacía 40 años no había mucho que hacer en las tardes de las vacaciones, don Héctor decidió disfrazarse con máscaras y retazos de telas de múltiples colores para recrear a los niños del barrio La Cumbre.
Pronto, ese hecho marcó el surgimiento de los matachines que recorren en las tardes de diciembre y enero los barrios del sur de Bucaramanga.
El juego consiste en perseguir a los niños y golpearlos, sin maltratarlos, con una bomba hecha con la vísceras de reses.
El golpe con la vejiga no duele y los matachines no resultan ofensivos sino amistosos que buscan una moneda señala el director de la casa de la cultura.