Trabajadores contratistas de la ESE UNA inician cese de actividades por falta de pago
Contratistas del Hospital Universitario ESE UNA denunciaron retrasos de hasta cinco meses en el pago de sus honorarios.

Fachada de una de las sedes de la ESE Universitaria. / Cortesía Gobernación
La crisis financiera que atraviesa la ESE Hospital Universitario UNA volvió a encender las alarmas tras el inicio de un cese de actividades por parte de trabajadores contratistas, quienes denuncian retrasos de hasta cuatro y cinco meses en el pago de sus salarios.
Así lo confirmó en entrevista con Caracol Radio, Guido Santander, presidente de la Asociación de Usuarios del Hospital ESE UNA, quien explicó que, aunque el personal de planta ha recibido sus pagos, la situación para quienes están vinculados por cooperativas y contratos de prestación de servicios (OPS) sigue sin resolverse.
“Había compromisos adquiridos con los trabajadores del hospital, y aunque al personal de planta ya se le realizaron los pagos, con los contratistas la situación sigue sin resolverse. A quienes están vinculados por cooperativas, contratos de prestación de servicios y otras modalidades, aún no se les ha hecho efectivo el pago; hay trabajadores a quienes se les adeudan dos y hasta tres meses de salario. Esta situación es insostenible, especialmente en esta época navideña. La mayoría del personal del hospital, más de mil trabajadores, está contratada bajo estas modalidades y no ha recibido un solo pago en los últimos meses. A esto se suma el paro escalonado de anestesiólogos, cirujanos pediatras y otras especialidades, lo que agrava aún más la crisis. Hoy la situación financiera del hospital es crítica”, afirmó Santander.
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Paro afecta servicios especializados
A esta problemática se suma el paro escalonado de especialistas, entre ellos anestesiólogos, cirujanos pediatras y profesionales de otras áreas médicas, lo que ha reducido de manera significativa la prestación de servicios en el centro asistencial.
Santander advirtió que la ESE UNA ha dejado de operar como un hospital de alta complejidad, perdiendo servicios clave que en años anteriores lo posicionaron como referente regional.
“El hospital que antes se conocía como el CARI y funcionaba como centro de alta complejidad, hoy ya no lo es. Se han perdido servicios fundamentales que antes tenía, como la unidad hematocológica y la de hemodinamia, donde se realizaban cirugías de corazón abierto. Esos equipos ya no están y esos servicios dejaron de operar. Actualmente no contamos con cirujanos cardiovasculares, cirujanos vasculares, neurocirugía ni neurología. En la práctica, la alta complejidad, que es el hospital receptor de otros centros como el Hospital Mental, el de Sabanalarga, el pediátrico de Monsú y el de Soledad, ya no tiene cómo resolver los casos que llegan remitidos. Esto obliga a trasladar a los pacientes a otras instituciones, lo que se convierte en un verdadero calvario para los usuarios. Dependiendo de su afiliación, como ocurre con la Nueva EPS, los pacientes pueden permanecer hospitalizados 20 días, un mes o incluso dos meses esperando una remisión, deteriorándose progresivamente y enfrentando complicaciones graves, incluso con desenlaces fatales”, señaló.
Déficit millonario y anuncio de apoyo financiero
El panorama financiero también es crítico. De acuerdo con Santander, el hospital registra gastos mensuales entre 12.000 y 14.000 millones de pesos, mientras que el recaudo efectivo apenas alcanza entre 4.000 y 5.000 millones. A septiembre de este año, el déficit operacional rondaba los 9.000 millones de pesos.
Por su parte, la diputada del Atlántico Alejandra Moreno indicó que el Ministerio de Salud proyecta una inversión superior a los 50 mil millones de pesos para apoyar la recuperación financiera de la entidad, en articulación con la Gobernación del Atlántico. No obstante, reconoció que actualmente la ESE no cuenta con los recursos suficientes para cumplir con sus obligaciones laborales.
“La situación de la ESE UNA es extremadamente crítica, como lo he venido denunciando desde el año pasado. El déficit supera los 120 mil millones de pesos y no es un problema reciente, sino estructural, que viene desde su creación. La entidad nació con pasivos acumulados y aún no se ha concluido la liquidación de los hospitales anteriores, lo que agravó la situación financiera. Por esta razón, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Salud, tiene proyectada una inversión superior a los 50 mil millones de pesos para apoyar la recuperación de la ESE UNA, que hoy se encuentra en estado crítico. En este momento, el hospital no cuenta con los recursos necesarios para pagarle a sus trabajadores, por lo que el Ministerio de Salud y la Gobernación del Atlántico están articulando esfuerzos para conseguir los recursos que permitan cubrir los pasivos. Lamentablemente, a anestesiólogos, médicos y auxiliares de enfermería se les adeudan varios meses de salario, lo que constituye un problema grave que termina afectando directamente la prestación del servicio de salud”, sostuvo la diputada.
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La diputada Alejandra Moreno lamentó el cese de actividades de los anestesiólogos, así como las deudas acumuladas con médicos y auxiliares de enfermería, y advirtió que la continuidad de la atención en la ESE UNA dependerá de soluciones financieras urgentes que garanticen tanto la estabilidad laboral como la prestación de los servicios de salud a la comunidad.



