El papel clave de los exministros Bonilla y Velasco en el entramado de corrupción de la UNGRD
Los exfuncionarios del gobierno lideraron una organización criminal que direccionó contratos a cambio de apoyo legislativo al Gobierno del presidente Gustavo Petro.

Ricardo Bonilla y Luis Fernando Velasco | Fotos: Presidencia Colombia
En un giro impactante en el escándalo de corrupción que sacude al gobierno, los exministros de Hacienda, Ricardo Bonilla, y del Interior, Luis Fernando Velasco, han sido enviados a prisión por orden de una magistrada del Tribunal Superior de Bogotá.
El Tribunal se basó en pruebas que sugieren que los exministros habrían liderado un entramado criminal para direccionar contratos y sobornar a congresistas dentro de la Unidad de Gestión de Riesgo (UNGRD). Se les acusa de haber liderado una estructura criminal configurada en el alto gobierno de Gustavo Petro, con un impacto institucional significativo.
La magistrada enfatizó que el peligro para la comunidad no radica en la reiteración de la conducta, sino en el impacto institucional y la necesidad de evitar la reconfiguración de un esquema de corrupción complejo de alto nivel en las carteras más importantes del país. Se ha señalado que esta estructura criminal que saqueó a la Unidad de Gestión de Riesgo (UNGRD) y al Instituto Nacional de Vías (INVIAS), aún no ha sido desmantelada en su totalidad.
Pruebas claves y otros involucrados
La decisión judicial se fundamentó en los interrogatorios a Olmedo López, exdirector de la UNGRD, Sneyder Pinilla, exdirector de Manejo de desastres de la UNGRD y a María Alejandra Benavides, exasesora del Ministerio de Hacienda, cuyos relatos consideran coherentes. Benavides, en particular, entregó pruebas cruciales como chats, contratos y otras evidencias que implicarían a los exministros en la red de corrupción.
Este escándalo, que inicialmente se centró en el tema de los carrotanques de La Guajira y el direccionamiento irregular de fondos hacia congresistas, ha escalado a otros funcionarios de alto nivel del Gobierno como Carlos Ramón González, exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), quien se encuentra prófugo de la justicia y fue visto en Nicaragua a pesar de tener circular roja de Interpol.
Además, el expresidente del Senado, Iván Náme, y el expresidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle, tienen medidas judiciales por haber recibido presuntamente coimas de hasta 3000 y 1000 millones de pesos, respectivamente. La exdirectora de regiones, Sandra Ortiz, acusada de continuar con las entregas de dinero, se encuentra privada de su libertad.
El caso también podría tener ramificaciones en la Corta Suprema de Justicia, ya que se acusa a los exministros de intentar cooptar votos del Congreso a través de dádivas y cupos indicativos. Esto implica que existen pruebas de quiénes recibieron estos beneficios y cómo se tramitaron, con al menos 12 nombres de congresistas actualmente en las listas del Congreso de la República bajo escrutinio.
El papel clave de Bonilla y Velasco en la UNGRD
Según la acusación de la Fiscalía General la Nación, entre 2023 y 2024, Bonilla y Velasco lideraron una organización que destinó más de 612.000 millones de pesos, para comprar congresistas a cambio de apoyo legislativo al Gobierno del presidente Petro.
Los exfuncionarios fueron imputados por los delitos de concierto para delinquir agravado, interés indebido en la celebración de contratos y cohecho por dar u ofrecer.
La fiscal María Cristina Patiño aseguró que ambos “lideraron, promovieron, dirigieron y encabezaron la organización criminal”, y que “impulsaron el desarrollo de la empresa delictiva dando órdenes, coordinando reuniones y supervisando gestiones ilícitas en la UNGRD y en el INVÍAS.
Bonilla y Velasco dirigieron 74 proyectos en el INVÍAS por 571.000 millones de pesos y cinco más en la UNGRD por 40.500 millones, de los cuales siete se concretaron.
Además, el exministro de Hacienda habría intervenido en la asignación de contratos por 92.000 millones de pesos para favorecer a seis congresistas por su apoyo a la ampliación del cupo de endeudamiento del Gobierno nacional.
Bonilla es considerado muy cercano al presidente Gustavo Petro, aunque el mandatario ha mantenido que no tenía información sobre lo que ocurría en la UNGRD y el INVÍAS en relación con la entrega de contratos y cupos indicativos. Durante una rueda de prensa este jueves, 18 de diciembre, el mandatario aseguró, “ojalá tuviera un detector energético para detectar al corrupto antes”.
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