Madres de niños con epilepsia completan 24 horas encerradas en oficinas de la Nueva EPS en Neiva.
Las mujeres denuncian que la entidad no entrega nutrición especializada ni fármacos para controlar convulsiones, pese a tutelas y órdenes de desacato a su favor.

Tampoco han recibido confirmación de la entrega de los medicamentos. Foto Redes Sociales.
Neiva
Dos madres de familia permanecen desde el martes en las oficinas de la Nueva EPS, exigiendo la entrega inmediata de medicamentos y nutrición especializada para sus hijos con epilepsia. Según relatan, sus hijos presentan convulsiones diarias y requieren una dieta y tratamiento estrictos que la entidad no ha suministrado. Aseguran que ya existe una tutela con orden de desacato a favor, pero no ha sido cumplida.
Andrea Milena Garzón, madre de un joven de 15 años con autismo, epilepsia y retraso psicomotor, afirma que “la falta de nutrición y medicamentos ha deteriorado gravemente su calidad de vida. La mujer asegura que recibió una autorización para reclamar los fármacos en un proveedor externo, pero allí le informaron que no tenían ningún medicamento disponible. Debido a la repetida desinformación, decidió no retirarse de la sede administrativa”.
La segunda madre, Mayerli Rodríguez, lleva casi 24 horas en las instalaciones acompañando la protesta. Su hija de 30 años padece epilepsia severa, múltiples diagnósticos y depende totalmente de un cuidador. Explica que permanece encerrada desde la tarde del martes y denuncia que durante horas no les permitieron usar el baño ni consumir alimentos. Incluso, asegura que solo pudieron beber agua porque les pasaron una botella por debajo de una puerta con ayuda de pitillos improvisados.
Las mujeres afirman que nadie de la entidad, ni autoridades competentes, se ha acercado para atender su situación o garantizar sus derechos. Tampoco han recibido confirmación de la entrega de los medicamentos, a pesar de que funcionarios les aseguran que están “gestionando” la solicitud. Señalan que permanecerán en el lugar hasta que se les entregue la nutrición y los fármacos que requieren sus hijos para controlar las convulsiones.




