Felipe Córdoba responsabiliza a Sergio Fajardo por el proyecto de Hidroituango
El precandidato presidencial aseguró que el proyecto hidroeléctrico fracasó por culpa de la negligencia del exgobernador de Antioquia.

El precandidato presidencial Felipe Córdoba lanzó críticas contra el exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo, a quien responsabilizó por la crisis técnica, económica y ambiental del proyecto Hidroituango.
Córdoba plantea que el exmandatario departamental tuvo responsabilidad directa en las fallas de planeación y supervisión que derivaron en el colapso del megaproyecto en 2018. Según el excontralor, el caso dejó un detrimento patrimonial estimado en 4,3 billones de pesos, declarado durante su gestión al frente del organismo de control.
“Sergio Fajardo es el responsable del desastre de Hidroituango. No fue un accidente: tuvo responsables con nombre propio”, aseguró Córdoba, quien añadió que los recursos perdidos “habrían podido invertirse en salud, educación o infraestructura y no en tapar los errores de una mala gestión”.
El proyecto hidroeléctrico, concebido como la central de generación más grande de Colombia, enfrentó retrasos estructurales, emergencias sociales y pérdidas multimillonarias.
La Contraloría General, en su momento, declaró responsables fiscales a 26 personas, entre ellas Fajardo, por decisiones tomadas durante su administración en la Gobernación de Antioquia.
Fajardo, procesos abiertos y cuestionamientos políticos
Según Córdoba, además de su vínculo con Hidroituango, Fajardo enfrenta un proceso penal ante la Corte Suprema de Justicia por el caso Corpbanca, relacionado con un crédito en dólares contratado sin cobertura cambiaria durante su gestión como gobernador, que habría causado un detrimento de más de 320.000 millones de pesos.
“Es el único aspirante presidencial con juicio penal abierto. Mientras tenga investigaciones vigentes, no puede representar los valores de un país que clama por transparencia y decencia”, dijo Córdoba, al insistir en que el país necesita “líderes sin sombras judiciales ni morales”.
El precandidato reiteró su propuesta de reformar la legislación electoral, con el fin de impedir que personas con procesos penales vigentes por corrupción puedan aspirar a la Presidencia de la República.
“Un país decente empieza por poner límites éticos. No todo el que quiere ser presidente puede serlo. Primero debe rendir cuentas ante la justicia”, concluyó.



