Corantioquia avanza en declaratoria del Área Protegida Humedales del Río Man y Ciénaga Colombia
El ecosistema abarca 18.538 hectáreas en Caucasia y Cáceres, con más de 200 especies de fauna registradas.

Bajo Cauca, Antioquia
La autoridad ambiental Corantioquia avanza en el proceso de declaratoria del Área Protegida Regional “Humedales del Río Man y Ciénaga Colombia”, un complejo de espejos de agua, pantanos, coberturas boscosas y zonas productivas. La extensión estimada es de 18.538 hectáreas ubicadas en ocho veredas de los municipios de Caucasia y Cáceres, en límites con Córdoba.
El área se conserva en un 34,3 % como espacio natural, mientras que el 65,7 % restante presenta intervención humana. Se trata de un ecosistema clave en las planicies aluviales de los ríos Cauca y Man, con alta biodiversidad y valor estratégico para la provisión de agua y peces a comunidades locales.
Este complejo de humedales también es considerado fundamental para la conectividad ecológica, al consolidar corredores biológicos como el del jaguar (Panthera onca) y aportar a la adaptación frente al cambio climático.
Riqueza en biodiversidad
Los humedales son el hogar de 117 especies de aves, 34 de peces, 40 de mamíferos, 26 de reptiles y 23 de anfibios. Entre ellas destacan el tití, el mono aullador, el bagre rayado, el bocachico, el chavarrí y el chigüiro.
En cuanto a flora, se han registrado 86 especies vegetales, con relevancia del cativo, un árbol nativo amenazado que cumple funciones esenciales en la regulación hídrica y en la conservación de suelos.
La riqueza natural de estos humedales se manifiesta también en sus espejos de agua y amplias zonas de inundación, situadas entre los 50 y 120 metros sobre el nivel del mar, lo que los convierte en espacios únicos para la vida de fauna nativa y migratoria.
Comunidades y usos del territorio
En esta zona habitan cerca de 2.000 familias campesinas, cuya subsistencia depende de la pesca artesanal, cultivos de pancoger y producción agropecuaria. Corantioquia resalta la importancia de un manejo equilibrado entre las comunidades y las autoridades ambientales, que garantice la conservación y al mismo tiempo el bienestar social.
Las comunidades rurales hacen uso de los recursos naturales asociados a los humedales, pero al mismo tiempo son guardianes de prácticas tradicionales que permiten la coexistencia con los ecosistemas. El reto está en fortalecer esquemas de producción sostenible que eviten presiones adicionales sobre el área.
Según la entidad, las coberturas vegetales ligadas a los complejos cenagosos sirven como hábitat y corredor para especies animales y vegetales, generando un valor ambiental y cultural clave para la región.
Amenazas y necesidad de protección
La intervención humana ha generado presiones como la ocupación de tierras, la ganadería extensiva y la explotación minera, que han transformado el uso del suelo en la zona. Estas actividades representan riesgos de deforestación, poblamiento desordenado, sobrepesca y pérdida de bosques.
De acuerdo con Corantioquia, estos factores hacen urgente un ordenamiento ambiental del territorio, con medidas que promuevan el uso sostenible de los recursos y la protección de las especies silvestres.
El proceso de declaratoria, que se inició en 2004 con un estimado de 7.000 hectáreas, hoy se consolida en 18.538 hectáreas gracias a estudios técnico-jurídicos, socializaciones comunitarias y el concepto científico que deberá emitir el Instituto Humboldt.
El camino hacia la declaratoria
Corantioquia destacó que ya se adelanta la construcción del documento síntesis que será remitido al Instituto Von Humboldt. En caso de concepto favorable, servirá de base para la expedición del acto administrativo que oficializará el área protegida.
“Hay que valorar todo el entorno, no solo fijarnos en el espejo de agua sino en quebradas, caños, zonas de pantanos, coberturas vegetales, fauna y elementos culturales”, señaló Luis Guillermo Marín, ingeniero forestal de la Subdirección de Ecosistemas de Corantioquia.
La declaratoria de los Humedales del Río Man y la Ciénaga Colombia se sumará a hitos anteriores como los Distritos de Manejo Integral de Barbacoas, Chiqueros El Sapo y Corrales, fortaleciendo así la red de áreas protegidas en el Bajo Cauca y el Magdalena Medio.



