Preocupación en el Catatumbo por brote de H1N1 en comunidades Barí
En varios resguardos ya se reportan varios casos y líderes indígenas piden mayor atención en salud.

Indígenas Barí en el Catatumbo. / Foto: Cortesía.
Norte de Santander.
El pueblo Barí lanzó una voz de alerta tras confirmarse la presencia del virus H1N1 en sus comunidades, particularmente en los resguardos de Bridicayra y Shubacbarina, en zona rural del Catatumbo.
La situación encendió la preocupación de las autoridades indígenas, que han exigido respuestas rápidas y eficaces a las entidades de salud.
Alexander Dora, defensor de derechos humanos de la población Barí, aseguró que desde el primer momento se activó la comunicación con el Instituto Departamental de Salud, la ESE de Ocaña, la ESE de Ábrego y los hospitales de Ocaña, Ábrego y Convención, con el fin de garantizar atención humanitaria a la población afectada.
Una brigada de salud se mantiene en monitoreo permanente en Bridicayra y ya extendió la observación hacia la comunidad de Shubacbarina, donde también se han reportado síntomas.
Los primeros casos se evidenciaron con fiebre, dolores de cabeza y de huesos, pero posteriormente algunos pacientes presentaron sangrado nasal, lo que encendió las alarmas en la comunidad.
“Al principio pensamos que era un malestar común por la época de lluvias, pero cuando vimos los sangrados entendimos que era algo más grave”, explicó Alexander.
Según el líder, la propagación del virus podría estar relacionada con la falta de vacunación en buena parte de la población indígena, lo que ha incrementado su vulnerabilidad.
Además, señaló que no se cuenta con un estudio epidemiológico detallado que determine cómo ingresó el virus al territorio.
Los Barí reclaman al Gobierno Nacional y a las autoridades departamentales un refuerzo urgente en las brigadas de salud y mayores garantías de atención médica, en un contexto donde las comunidades históricamente han denunciado abandono y precariedad en la prestación de servicios básicos.



