Programas de medicina de precisión se fortalecen en el país
Centros hospitalarios y académicos en Colombia ya incorporan genética y biotecnología en programas de atención médica personalizada. Conozca cómo transforman el servicio de salud.

La medicina de precisión avanza en Colombia con terapias personalizadas según el perfil genético de cada paciente. | Foto: Freepik
La medicina de precisión, también conocida como medicina personalizada, está emergiendo como un enfoque innovador en la atención médica en Colombia que, de acuerdo con organizaciones como Minerva Medical, adapta tratamientos a las características individuales de cada paciente.
Este modelo aprovecha herramientas de la biotecnología, como la secuenciación genética, la identificación de biomarcadores y la producción de fármacos recombinantes —medicamentos creados a partir de genes específicos—, para comprender mejor las enfermedades y diseñar procedimientos más efectivos.
Uno de sus principales aportes es la capacidad de anticiparse. Según la organización dedicada a la importación de productos médicos, gracias al análisis de datos genéticos y moleculares, no solo es posible detectar enfermedades en etapas tempranas, sino también identificar factores de riesgo antes de que aparezcan los síntomas. Esto convierte la prevención en un eje central de este modelo de salud.
En Colombia, el quehacer de diferentes instituciones de alta reputación demuestra que esta tendencia empezó a consolidarse en especialidades como oncología, inmunología, neurología y cardiología, ofreciendo nuevas alternativas de diagnóstico y tratamiento basadas en datos genómicos y clínicos. A continuación, recogemos algunos ejemplos del desarrollo de este movimiento en el país:

La medicina de precisión integra investigación, tecnología y genética para ofrecer terapias más acertadas. | Foto: Freepik
Clínica Imbanaco
Desde su Unidad de Medicina Genómica y Genética, ofrece estudios avanzados como la secuenciación del genoma completo, el exoma, perfiles tumorales y análisis de duplicaciones y mutaciones puntuales. Estos se complementan con asesoramiento genético y juntas médicas interdisciplinares que integran oncología, neurología y otras especialidades.
Así se logra detectar predisposiciones genéticas, diagnosticar enfermedades raras o neuromusculares y personalizar tratamientos, fortaleciendo la medicina de precisión en el Valle del Cauca. Se trata de esfuerzos que le han valido al centro médico reconocimientos como el premio a la Excelencia en Tecnología Sanitaria, entregado por la ECRI, o el sexto lugar entre los mejores hospitales de Colombia en 2025 según Newsweek y Statista.
Fundación para la investigación Clínica y Molecular Aplicada del Cáncer
La FICMAC, ubicada en Bogotá, impulsa el uso de biopsias líquidas, una técnica no invasiva que analiza fragmentos de ADN tumoral o células cancerígenas en la sangre. Con este método es posible identificar mutaciones clave —cambios específicos en los genes del tumor— que orientan el tratamiento más adecuado para cada paciente.
Entre ellas se encuentran alteraciones como EGFR, ALK, ROS1, MET o BRAF, que permiten definir si un paciente puede recibir terapias dirigidas, y PD-L1, que ayuda a determinar la efectividad de la inmunoterapia. Además, las biopsias líquidas permiten monitorear en tiempo real la respuesta del paciente y anticipar resistencias a terapias.
Fundación Santa Fe de Bogotá
El Instituto de Cáncer de la Fundación Santa Fe de Bogotá, que ocupa el segundo lugar entre las mejores del país según el mismo informe, cuenta con el sistema Radixact X9 con tecnología Synchrony, una plataforma de radioterapia helicoidal de intensidad modulada. Este equipo permite administrar dosis de radiación de manera más controlada y dirigida, ajustándose al movimiento del tumor en tiempo real, lo que garantiza un tratamiento mucho más preciso.
Esta tecnología permite atacar los tumores con precisión milimétrica, reduciendo al mínimo la exposición de los tejidos sanos y, en consecuencia, los efectos secundarios que suelen acompañar a este tipo de procedimientos.
De acuerdo con lo dicho por Álvaro Muñoz, radioterapeuta de la Fundación Santa Fe, en un video publicado por la institución, “Radixact es la máquina más precisa para el tratamiento de pacientes con cáncer, ya que nos permite intervenir la enfermedad en etapas tempranas, incluso reemplazando procedimientos quirúrgicos y en fases más avanzadas ofrece la posibilidad de actuar de manera efectiva en pacientes metastásicos”.
Pontificia Universidad Javeriana
Desde la academia, la Javeriana ha impulsado programas especializados en terapia génica para enfermedades raras. Estos incluyen formación en investigación clínica y preclínica, aspectos regulatorios, farmacovigilancia, propiedad intelectual y emprendimiento biomédico.
Se busca preparar a profesionales capaces de traducir los avances de la biología molecular en terapias aplicables a pacientes, fortaleciendo la articulación entre ciencia, clínica e innovación.
Fundación Cardioinfantil
En la Cardio fue inaugurada la Unidad Clínica de Inteligencia Artificial. Esta área aplica algoritmos de análisis de datos médicos y genómicos para construir modelos predictivos de pacientes, conocidos como gemelos digitales.
Con estas herramientas se calculan riesgos cardiovasculares y oncológicos y se anticipan posibles complicaciones, lo que permite a los equipos de salud diseñar tratamientos basados en la medicina de precisión.
“La inteligencia artificial no reemplaza a los médicos, los potencia. Es nuestra aliada para ofrecer una atención más precisa y humana”, aseguró al respecto el doctor Juan Gabriel Cendales, CEO de la entidad, durante la inauguración de la unidad.
Un campo con retos por superar
Aunque los avances representan hitos significativos, la medicina de precisión aún enfrenta múltiples desafíos en el país. En el Foro Innovación en Salud en Cáncer y Alto Costo, el doctor Juan Manuel Anaya, especialista en reumatología, explicó que “se deben superar varios obstáculos, entre ellos el costo inicial de la inversión en biotecnología, la disponibilidad de recursos adecuados y la construcción de datos propios para la población latinoamericana, que a menudo están ausentes en los estudios existentes, la mayoría son hechos con población caucásica”.
Más allá de estas limitaciones técnicas y científicas para instituciones, los desafíos también se expresan en la experiencia cotidiana de los pacientes y en el funcionamiento del sistema de salud.
El primero de ellos es el económico. Muchas de estas tecnologías tienen costos elevados que restringen su cobertura dentro del sistema. A ello se suma un problema territorial, ya que la mayoría de los servicios especializados se concentran en las principales ciudades del país, dejando en desventaja a quienes viven en regiones apartadas.
Adicionalmente, existe la necesidad de capacitar más especialistas en genética, biología molecular y bioinformática. “A pesar del interés en este enfoque, su comprensión y ejecución son limitadas. Es necesario promover una mayor formación en medicina personalizada y precisión para asegurar su correcta aplicación en la práctica clínica”, concluye Anaya.



