Papa León XIV pide orar por el éxito de las negociaciones de paz para acabar las guerras
El sumo pontífice hizo un llamado a respaldar todos los intentos por firmar la paz en los distintos conflictos que se registran en el mundo, particularmente en Ucrania y Gaza.

Papa León XIV. FOTO: Franco Origlia/Getty Images / Franco Origlia
El papa León XIV expresó su deseo de que las negociaciones de paz y los esfuerzos para poner fin las guerras “tengan buen éxito”, en un llamamiento realizado al finalizar el rezo del ángelus en Castel Gandolfo, a las afueras de Roma, donde pasa un periodo de descanso.
“Recemos para que tengan buen éxito los esfuerzos por hacer cesar las guerras y promover la paz, a fin de que en las negociaciones se ponga siempre en primer lugar el bien común de los pueblos”, dijo el pontífice.
León XIV ya había exhortado el pasado miércoles, antes de la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y Vladímir Putin en Alaska, a “buscar siempre el diálogo y la labor diplomática” en lugar de recurrir a la violencia, y abogó por un “alto al fuego” en Ucrania.
Durante su intervención, el papa también respondió a preguntas de los periodistas sobre la situación en Gaza, donde expresó su profunda preocupación por la deportación de la población civil e insistió en “resolver la crisis humanitaria”.
“Una Iglesia de pobres”
En su reflexión, el Papa afirmó que “somos un Iglesia de pobres” e indicó la necesidad de “no vivir para nosotros mismos y de llevar fuego al mundo. No el fuego de las armas, ni tampoco el de las palabras que incineran a los demás. No, sino el fuego del amor, que se abaja y sirve, que opone el cuidado a la indiferencia y la mansedumbre a la prepotencia”.
Agregó: “el fuego de la bondad, que no cuesta como los armamentos, sino que renueva el mundo gratuitamente. Puede costar incomprensión, burlas, e incluso persecución, pero no hay mayor paz que la de tener su llama en nosotros.”.
Y animó a “no distinguir entre el que asiste y el que es asistido, entre el que parece dar y el que parece recibir, entre el que se presenta pobre y el que siente la necesidad de ofrecer tiempo, capacidades y ayuda”.
“Somos la Iglesia del Señor, una Iglesia de pobres, todos preciosos, todos partícipes, cada uno portador de una Palabra única de Dios”, añadió el pontífice en este pequeño santuario.
“Derribemos los muros”, señaló el papa, que continuó; “No dejemos al Señor fuera de nuestras iglesias, de nuestras casas y de nuestra vida. Más bien, dejémoslo entrar en los pobres, y entonces haremos paz también con nuestra pobreza, a la que tememos y negamos cuando buscamos a toda costa tranquilidad y seguridad”.
Almuerzo con pobres
León XIV almorzó con un centenar de pobres en el ‘Borgo Laudato’, unos jardines donde el Vaticano ha puesto en marcha un proyecto de defensa de la biodiversidad, en la localidad de Castel Gandolfo, a las fueras de Roma, y donde el pontífice se encuentra pasando unos días de descanso.
En estos jardines, que forman parte del palacio apostólico, se instaló un amplio cenador donde fueron acomodados los 110 invitados, en su mayoría personas pobres asistidas por la diócesis de Albano Laziale, y junto los que almorzó León XIV.
Los asistentes viven en centros de acogida, en casas familia o asistidas para su supervivencia por Cáritas de Albano Laziale, varios de ellos extranjeros.
El papa se sentó en una mesa redonda acompañado de una mujer peruana Rosabal León, que vive en Italia desde hace cinco meses y llegó con su marido y dos hijos, también presentes en la comida, y Gabriella Oliveiro, de 85 años, una de las tantas ancianas y ancianos presentes en esta ocasión y que viven completamente solos.



