“Falso servicio”: la nueva modalidad de extorsión que preocupa a Córdoba
Gaula Militar Sinú alerta sobre llamadas y videollamadas amenazantes desde cárceles; en lo que va del mes han evitado pagos por $25 millones.

Campaña "Yo no pago, Yo denuncio", del Gaula Militar, dirigida a comerciantes, ganaderos y comunidad en general.
Montería
El Gaula Militar Sinú ha detectado una alarmante modalidad delictiva que se expande por Córdoba: el “falso servicio”, donde delincuentes, en su mayoría recluidos en cárceles como Combita (Boyacá), se hacen pasar por grupos armados para extorsionar a ciudadanos comunes.
Según el cabo Juan José Mazo, integrante de esta unidad especializada, los victimarios contactan a personas con motocicletas, motocarros o pequeños negocios, amenazándolos con daños físicos si no realizan transferencias bancarias.
“Las víctimas reciben llamadas o videollamadas de individuos encapuchados que alegan pertenecer a organizaciones ilegales. Les dicen: ‘si no paga, lo matamos’, generando un terror psicológico”, explicó Mazo durante una entrevista en Caracol Radio.
Los extorsionistas inventan pretextos como deudas por “material de guerra” o supuestas invasiones de “zonas prohibidas”. El 90% de estos casos provienen de centros penitenciarios en Boyacá, Bogotá y Barranquilla, operando mediante cuentas bancarias fantasmas.
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Frente a esta crisis, el Gaula Militar Sinú ha implementado la campaña nacional “Yo no pago, yo denuncio”, con la línea de emergencia 147 disponible 24/7. Solo en junio, han intervenido en 22 casos, evitando pagos por $25 millones y rescatando a 19 personas.
Un caso emblemático involucró a una víctima que transfirió $9 millones antes de solicitar ayuda. “Cuando ya se realiza el pago, nuestro margen de acción se reduce”, admitió el uniformado.
La unidad cuenta con tres números locales (313-2971474 y 320-8511685) para reportes inmediatos. Su sede física está frente a la Décima Primera Brigada en Montería, cubriendo toda la región del Sinú.
El cabo Mazo hizo un llamado urgente a no difundir datos personales y confiar en las fuerzas militares: “Estamos realizando capturas y evitando que estos delincuentes sigan afectando la economía familiar”.
Un cambio preocupante
Según el análisis del Gaula, esta modalidad marca un cambio preocupante: mientras antes se focalizaba en empresarios, ahora ataca a cualquier ciudadano. El 30% de los casos investigados involucran incluso a familiares de las víctimas. “La delincuencia común está copiando métodos de grupos armados, pero sin su estructura real”, precisó el cabo.
Las autoridades insisten en que denunciar tempranamente permite rastrear cuentas, identificar llamadas y desarticular redes.
“Hemos rescatado personas que creían estar en peligro inminente. La colaboración ciudadana es clave”, concluyó Mazo. El Gaula Militar extiende su cobertura a todo el departamento, coordinando con otras unidades para combatir este flagelo.




