Petro pide a las bandas comprometerse para avanzar rápidamente en la paz urbana
El mandatario nacional solicitó un cese total, para poder obtener los beneficios jurídicos que permitan superar la violencia en el Valle de Aburrá.

Presidente Gustavo Petro. Foto: Presidencia de la República. / Juan Diego Cano
Medellín, Antioquia
Durante su intervención este sábado en la Plazoleta de La Alpujarra, en Medellín, el presidente Gustavo Petro hizo un vehemente llamado a los jefes de bandas delincuenciales que han mostrado voluntad de desmovilización, y planteó un duro cuestionamiento a las élites políticas y económicas del país, a las que acusó de beneficiarse de la guerra urbana y rural. El mandatario vinculó la paz en Medellín con la justicia social y la necesidad de desmontar la codicia que, según él, mueve muchas de las violencias que aún azotan al país.
“Le pido a estos antiguos dueños de la violencia en Medellín: cesen toda violencia”, expresó Petro. “No se trata de acuerdos parciales”, advirtió, al tiempo que reconoció algunos compromisos cumplidos por estructuras armadas como el fin de las fronteras invisibles y los pactos de no agresión en algunos barrios.
El jefe de Estado valoró gestos como la reducción de homicidios y treguas territoriales, pero insistió en que esto no es suficiente si persisten fenómenos como la extorsión: “Medellín no es libre mientras exista extorsión para ricos y para pobres”, subrayó. En ese sentido, planteó que la verdadera emancipación para los jóvenes y mujeres de los sectores populares solo llegará cuando se rompan de forma definitiva las cadenas de la violencia y el lucro ilegal.
Acusaciones a las élites: “La codicia mata la vida”
Petro lanzó duras críticas contra sectores que, según él, se lucran del conflicto: “Aquí hay una élite política y económica que quiere ver muertos a los jóvenes, hijos del campesinado y de la mujer popular. Porque mientras más mueren los jóvenes en guerras intestinas, más negocios hacen al interior de la ciudad y del país”. Para el mandatario, los robos al Estado, a Hidroituango, y el despojo de tierras urbanas y rurales, estarían directamente relacionados con la perpetuación de la violencia.
“La mayor enemiga de la vida humana se llama codicia”, afirmó. “La codicia mata la vida, destruye barrios, arrasa territorios, mueve guerras por petróleo, por oro, por tierras”. Para Petro, la violencia urbana actual ya no está impulsada por causas políticas o ideológicas como en el pasado, sino por la avaricia. “Hoy los colombianos nos hacen matar por la codicia y tenemos que alejarla”, insistió.
Petro anunció que está dispuesto, incluso a visitar las cárceles para avanzar en acuerdos de paz urbana dentro del marco legal actual. “Queremos que la Fiscalía General de la Nación, olvidándose de que hay fiscales aquí que no les hacen caso, me acompañen”, dijo. “A través de las actuales normas jurídicas podemos lograr un acuerdo definitivo en donde cese la violencia aún más en los barrios pobres de Medellín”.
Las declaraciones las da en medio de la presencia de alias Tom, Vallejo, Douglas, Pesebre y El Tigre, cabecillas de bandas criminales del Valle de Aburrá.



