Acciones violentas en Colombia aumentaron un 45% en comparación con 2024, revela informe de PARES
El informe señala que los grupos armados ilegales intensificaron sus acciones, agravando la crisis humanitaria en varias regiones del país. El ELN, el EMC y el Clan del Golfo están detrás del mayor número de hechos violentos.

Acciones violentas en Colombia aumentaron un 45% en comparación con 2024, revela informe de PARES
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Imagen de referencia de grupos armados. Foto: Getty Images.
La Fundación Paz y Reconciliación (PARES), en conjunto con Vivamos Humanos y la Coordinadora Nacional Humanitaria, reveló un preocupante informe en el que se advierte que las acciones violentas en Colombia aumentaron un 45 % en comparación con el año 2024.
Este incremento coincide con el debilitamiento de los procesos de paz y el estancamiento de los llamados “tableros de negociación” entre el Gobierno Nacional y los distintos grupos armados ilegales.
En entrevista con 6AM de Caracol Radio, Laura Bonilla, subdirectora de PARES, explicó que el estudio no se basa únicamente en indicadores tradicionales como homicidios o desplazamientos, sino en la identificación de incidentes humanitarios que no siempre quedan registrados en las estadísticas oficiales.
“Hay muchas afectaciones que no se denuncian por miedo o por control territorial de los grupos armados. Esta metodología permite medir de manera más amplia lo que está ocurriendo en los territorios”, afirmó Bonilla.
¿Quiénes son los responsables de la violencia?
Según el informe, los grupos armados que más acciones violentas cometieron en lo corrido del 2025 son:
- ELN (Ejército de Liberación Nacional): Responsable de desplazamientos forzados masivos y homicidios selectivos, sobre todo en regiones como el Catatumbo.
- EMC (Estado Mayor Central): Ha declarado como objetivos militares a comunidades y liderazgos indígenas.
- Clan del Golfo o Ejército Gaitanista de Colombia: Lidera las cifras de confinamientos y amenazas directas a la población civil.
Cada grupo tiene formas distintas de ejercer la violencia, pero el efecto sobre la ciudadanía es igual de devastador. Mientras unos combaten por control territorial, otros se enfocan en mecanismos como la extorsión o el dominio de economías ilegales, como el oro o el narcotráfico.
¿Por qué aumenta la violencia en Colombia?
La subdirectora de PARES advirtió que la violencia en Colombia ya no se puede entender desde los esquemas ideológicos tradicionales.
“Los grupos armados de hoy no son como las guerrillas marxistas de antes. Se parecen cada vez más entre ellos, se alimentan de economías ilícitas y su interés principal es expandirse”, explicó.
Bonilla señaló que tanto en gobiernos anteriores como en el actual ha habido falta de capacidad del Estado para contener el avance de estos grupos, tanto en tiempos de guerra como en contextos de paz. Las zonas sin presencia estatal siguen siendo el terreno fértil para que estos actores armados operen sin mayor resistencia.
Además, hizo una fuerte crítica al diseño de la llamada “paz total”, señalando que muchos incentivos mal estructurados provocaron el efecto contrario al deseado.
“No es solo tener voluntad de paz, sino saber qué incentivos se le están dando a los grupos armados y cómo van a responder. Nos faltó estrategia, análisis, y sobre todo capacidad institucional”, dijo.
¿Y ahora qué?
El informe llama la atención sobre la necesidad urgente de replantear tanto la estrategia de seguridad como los mecanismos de diálogo con los grupos ilegales. Bonilla enfatizó que esta nueva ola de violencia no se va a resolver únicamente con acciones militares ni con retórica pacifista.
“Esta guerra es distinta. Hay mucha gente, mucho dinero y muchos mercados ilegales detrás. Necesitamos un enfoque integral que combine presencia estatal efectiva, regulación económica (como en la minería) y una institucionalidad fuerte”, concluyó.
¿Qué sigue para la paz en Colombia?
Pese al panorama alarmante, Bonilla reiteró que la paz debe seguir siendo el norte, pero advirtió que no basta con proclamarla: se necesita planificación, recursos y una verdadera transformación del aparato estatal en los territorios más golpeados.
La Fundación PARES recomienda al Gobierno revisar sus estrategias, fortalecer las instituciones encargadas del proceso de paz y actuar con mayor contundencia frente a los fenómenos estructurales que siguen alimentando el conflicto armado en Colombia.




