Luto en la Diócesis de Cúcuta por la muerte de monseñor Víctor Manuel Ochoa
Será recordado por su entrega pastoral y su compromiso con la caridad en la frontera.

Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid quien es el obispo de Cúcuta(Foto Caracol Radio Cúcuta)
Cúcuta.
La Diócesis de Cúcuta enfrenta un profundo momento de duelo tras la muerte de monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, quien lideró esta Iglesia particular entre 2015 y 2021. El deceso del prelado ocurrió el domingo 1 de junio, a las 11:55 de la noche, luego de permanecer varias semanas en delicado estado de salud.
Desde la Diócesis se ha expresado sorpresa y tristeza por esta pérdida. “Era una persona relativamente joven. Lamentamos profundamente su partida, y como diócesis nos unimos en oración por su eterno descanso”, manifestó monseñor José Libardo Garcés Monsalve, actual obispo de Cúcuta, en conversación con Caracol Radio.
Monseñor Ochoa fue recordado como un obispo cercano, comprometido con la evangelización, pero también como un hombre profundamente entregado a las obras de caridad, especialmente en la frontera colombo-venezolana. Durante su ministerio en Cúcuta, promovió la creación de albergues, comedores comunitarios y centros de atención integral para migrantes y comunidades vulnerables, en alianza con Cáritas Diocesana y organizaciones internacionales.
“Todo obispo da continuidad a la labor de su antecesor. El trabajo en pastoral, evangelización y caridad es un camino de comunión que no se detiene”, agregó monseñor Garcés, al referirse al legado de su predecesor.
Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid fue nombrado por el papa Francisco como obispo de la Diócesis de Cúcuta el 24 de julio de 2015 y tomó posesión canónica el 15 de agosto de ese año. En 2021 fue designado Obispo Castrense de Colombia, cargo que ocupaba hasta su fallecimiento.
La Conferencia Episcopal de Colombia calificó su muerte como un “luto de Iglesia y dolor de Patria”, y exaltó su liderazgo misionero, su amor por la formación sacerdotal y su compromiso con la justicia social.
Hoy, Cúcuta despide con gratitud a quien fue guía espiritual durante años complejos para la región. Su memoria permanece viva en los gestos de solidaridad y esperanza que marcaron su paso por esta frontera.



