Tunja

“Una creciente más y podríamos perder la escuelita”: vereda La Colonia en San Luis de Gaceno

La creciente de una quebrada amenaza con destruir la sede educativa, una vivienda y parte de la vía departamental.

Tres niños podrían quedarse sin escuela en la vereda La Colonia de San Luis de Gaceno, donde la creciente de una quebrada amenaza con destruir la sede educativa

Tres niños podrían quedarse sin escuela en la vereda La Colonia de San Luis de Gaceno, donde la creciente de una quebrada amenaza con destruir la sede educativa

San Luis de Gaceno

En el eco de los pasos escolares sobre la tierra húmeda, una amenaza crece con la fuerza de las lluvias. La quebrada La Mona, antes apenas un cauce tranquilo, hoy tiene en vilo a toda la vereda La Colonia, al suroriente boyacense.

La preocupación no es menor. A escasos metros del cauce, tres niños siguen acudiendo a su pequeña escuela rural, la sede La Colonia de la Institución Educativa Telepalmeritas. Pero cada día que pasa, el riesgo es mayor: el agua ya golpea la esquina del plantel, erosionando el terreno y debilitando muros.

“La quebrada se está saliendo del curso. Ya está tocando la malla de la escuela. Si vuelve a crecer, literalmente se mete al aula. Esto no es una exageración, es lo que está pasando. Y eso tiene asustados a los niños, a sus padres, a todos”, relató con preocupación Hugo Yair Gutiérrez, presidente del Concejo Municipal, tras visitar el lugar junto a otros cabildantes.

Lo que podría parecer un simple fenómeno natural es, en realidad, una bomba de tiempo. La quebrada ha comenzado a carcomer también un muro que protege la vía departamental que comunica al municipio con Páez. Una vivienda ya siente el golpe del agua en sus paredes, y el terreno cede cada día un poco más.

“Hay una casa donde el agua ya llega hasta el pasillo. Imagínese vivir con ese miedo, sin saber si en la noche la quebrada se mete. Podemos perder la escuela, una casa y la carretera. Todo en un solo evento. Es una situación crítica”, advirtió Gutiérrez.

La escuela, más allá de su estructura humilde, es el único lugar de aprendizaje para estos tres niños, de entre 7 y 11 años. En sus pupitres hay sueños, dibujos, cuadernos y una esperanza que no puede ser arrastrada por el agua.

“Es un derecho fundamental. No podemos permitir que estos niños pierdan su escuela. Si se llega a cerrar, se quedan sin estudiar. Y no hay otra cerca. Es su único espacio de formación. Además, ¿qué pasa si están en clase y se viene una creciente? Es un riesgo de vida”, añadió con la voz entrecortada.

Durante la visita, los concejales vieron de primera mano cómo el terreno cedía. Una vecina les mostró los restos de una vaquita que cayó al barranco, de más de seis metros de profundidad. También habló de un caballo y un becerro que no pudieron salvar. El miedo crece y las soluciones aún no llegan.

Piden ayuda urgente

Desde el Comité Municipal de Gestión del Riesgo se hizo una inspección con apoyo del cuerpo de bomberos. El informe técnico confirmó la gravedad de la situación, pero también dejó claro que el municipio no tiene cómo intervenir por falta de maquinaria.

“Necesitamos una retroexcavadora para desviar el cauce, reforzar el terreno y proteger la escuela. Pero no tenemos cómo hacerlo. Ya pedimos ayuda a la Gobernación de Boyacá. Sabemos que han colaborado en otros sectores, pero aquí lo necesitamos ya. No después. Ya”, afirmó Gutiérrez.

La quebrada sigue bajando con fuerza, alimentada por lluvias que no dan tregua. Aunque algunas mañanas son soleadas, las tardes y noches traen tormentas. “Llueve diez minutos, sale el sol, y luego otra vez llueve con fuerza. Ya llevamos varios días así, y apenas empieza el invierno”, dijo el presidente del Concejo.

El siguiente artículo se está cargando

Caracol Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad