“¿Nos va a pasar lo mismo que con Calarcá?”: Defensora de derechos humanos sobre la ZUT
Lisbeth Díaz pide claridad y garantías frente a la llegada de disidencias al Catatumbo.

“¿Nos va a pasar lo mismo que con Calarcá?”: Defensora de derechos humanos sobre la ZUT / SCHNEYDER MENDOZA
Catatumbo.
La representante de la Asociación Damas Verdes y defensora de derechos humanos en Norte de Santander, Lisbeth Díaz, lanzó una advertencia directa sobre los riesgos de replicar, en el Catatumbo, una experiencia como la que vivió recientemente en el departamento de Guaviare.
“Es necesario saber qué compromisos asumirán las disidencias de las Farc en la Zona de Ubicación Temporal. ¿Nos va a pasar lo mismo? ¿Vamos a seguir poniendo muertos nosotros también?”, cuestionó Díaz.
La líder recalcó que el Catatumbo ya ha soportado demasiadas décadas de guerra, y que el gobierno nacional tiene la responsabilidad de definir con urgencia el alcance de la presencia armada en el territorio.
“¿Cuál va a ser el compromiso real desde el nivel central para esta zona? ¿Qué parte le corresponderá al Ejército, a la Policía, a la Unidad de Paz? ¿Cómo se va a resguardar a la población civil?”, preguntó.
Díaz señaló que, sin vigilancia efectiva, reglas claras y voluntad verdadera de paz, el proceso corre el riesgo de desviarse nuevamente, dejando como víctimas a las comunidades más vulnerables del país.
La presencia de estructuras armadas en proceso de transición sigue siendo un tema altamente sensible en regiones como el Catatumbo, donde el conflicto armado aún es grave. Organizaciones sociales, campesinas y de víctimas exigen que, más allá del discurso, haya garantías concretas para evitar que la violencia se perpetúe bajo nuevas formas.