Estos son los 7 ‘pueblitos’ con nombres más extraños de Colombia, según la IA: raros e inusuales

Para empezar, es pertinente resaltar que el estudio del origen y significado de los nombres geográficos está denominado como toponimia. Estas denominaciones de los territorios permiten rastrear las huellas y antecedentes de las comunidades y los hechos alrededor de estas, como, por ejemplo, los pueblos indígenas, la colonización española y las migraciones internas.

De esta manera, se revelan procesos históricos, culturales, sociales, económicos y políticos. Algunos casos son nombres como: ‘Sogamoso’, del muisca ‘Suamox’; ‘Zipaquirá’, que se remite a culturas precolombinas; y ‘San Gil’ o ‘Santa Marta’, que denotan la influencia española y religiosa.

Hay perspectivas que afirman que por medio de la toponimia, se interpreta el lenguaje como reflejo de la identidad territorial, ya que los nombres de veredas, corregimientos y municipios transmiten elementos del entorno natural, como ríos, montañas, fauna o hasta acontecimientos históricos relevantes.

Por otra parte, la toponimia permite reconstruir mapas antiguos, estudiar cambios en la ocupación del territorio y analizar transformaciones lingüísticas. Adicionalmente, despierta interés popular y académico porque conecta a las personas con sus raíces y tradiciones.

En este orden de ideas, en Caracol Radio surgió el interés por consultar con la inteligencia artificial sobre los nombres más extraños, raros e inusuales de pueblos colombianos.

Respuesta de la IA

En esta oportunidad, se le preguntó a ChatGPT, que explicó que Colombia es un país de contrastes y riquezas culturales, y esto también se refleja en los nombres de sus territorios.

Agregó que algunas denominaciones de pueblos, veredas y corregimientos despiertan curiosidad, asombro e incluso sonrisas por su rareza o sonoridad inusual.

Luego destacó los nombres más extraños o singulares del país, todos con trasfondos culturales, históricos o anecdóticos que los hacen únicos.

Hoyorrico

Este territorio es un corregimiento de Santa Rosa de Osos, Antioquia. Según la IA, destaca no solo por su particular nombre, sino por su riqueza minera. Su etimología es incierta, pero es común que despierte múltiples interpretaciones entre sus habitantes y visitantes.

Tranquilandia

Este lugar no es propiamente un pueblo, es un territorio en la selva del Caquetá y el Meta, que fue célebre en los años 80 por albergar uno de los más grandes complejos de procesamiento de cocaína del cartel de Medellín. Su nombre paradójico contrasta con la violencia asociada a su historia, sostuvo la IA.

Vereda Perico Aguao

Esta vereda en Magdalena (tampoco es pueblo), según la IA, es recordada por una masacre paramilitar que sucedió en el año 2002. Aunque su nombre suena folclórico, su historia es símbolo del conflicto armado colombiano.

Rabo Largo

Este es un corregimiento de Cereté (Córdoba), “llama la atención por su nombre pintoresco. Es reconocido por su artesanía en cepa de plátano, una tradición ancestral que representa el ingenio campesino”, agregó.

Cien Pesos

Este corregimiento en Atlántico, tiene un nombre que parece una ironía frente al abandono estatal, dijo la IA. Añadió que a pesar de estar relativamente cerca de Barranquilla, su desarrollo ha sido limitado.

Malagana

Este lugar es un centro poblado de municipio de Mahates, en Bolívar, que no necesariamente es un pueblo, pero resuena porque produce 3000 toneladas de mango por temporada, 1000 se pierden por falta de asistencia técnica; 160 hectáreas están dedicadas a este tipo de cultivo, afirmó la IA. También dijo que se suele realizar un festival del mango durante el mes de mayo.

Totoró

Finalmente, este municipio en Cauca, resalta porque el pueblo indígena Nasa hace presencia en este territorio en tres resguardos indígenas. Por otro lado, ha ganado notoriedad internacional por su semejanza con “Totoro”, personaje del cine japonés, atrayendo curiosos que encuentran en este pueblo montañoso una curiosa coincidencia cultural, concluyó la IA.