Terminó la espera: Ibagué ya tiene sus Piscinas Olímpicas
Luego de 10 años de dificultades legales y de diseño, las obras se entregaron a la comunidad

Panorámica de las Piscinas Olímpicas de Ibagué
Ibagué
Con la entrega de las piscinas olímpicas de la calle 42 se saldó la deuda que tenía la ciudad con su comunidad en materia de escenarios deportivos tras el mayor escándalo de corrupción que vivió por cuenta de la renovación y construcción de estos espacios para los Juegos Nacionales del 2015.
Es así que después de una espera de una década, Ibagué cierra un capítulo y abre uno nuevo en su historia.
“Las piscinas de la 42 vuelven a llenarse de vida, de brazadas, de juventud que florece en el agua. Nuestros nadadores, regresan a casa. Una casa que ahora resplandece con orgullo y con infraestructura digna”, expresó la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda.
Este escenario, avalado por la Federación Internacional de Natación, consta de 2 piscinas, una plataforma de 5 niveles para saltos ornamentales, 2 graderías con capacidad para más de 3.000 personas aproximadamente, 5 locales comerciales, 2 enfermerías, gimnasio para saltos, camerino e iluminación.
“Aquí se salda la deuda con una generación que esperó, aguantó y siguió soñando. Este escenario ahora será la puerta al futuro, el lugar donde los niños y niñas de Ibagué se abrazarán con el agua y con sus sueños”, dijo Aranda.
La Alcaldesa hizo énfasis en la perseverancia de los más de 1.000 deportistas de natación, clavados, nado sincronizado y waterpolo que, a pesar de las adversidades, mantuvieron viva la esperanza de ver su ‘casa’ construida de nuevo.
“Años en los que los escenarios deportivos nos fueron arrebatados, se apagaron las luces, se suspendieron los sueños, y una ciudad entera quedó en pausa. Hoy se iluminan todos, celebrando la fuerza de una ciudad que supo renacer”, mencionó la Alcaldesa.
En la inauguración de las Piscinas Olímpicas ‘Hernando Arbeláez Jiménez’ también se destacó el esfuerzo de los obreros, ingenieros, contratistas, gobiernos anteriores y veedores ciudadanos, actores claves para la reconstrucción de este espacio.
Durante el evento, se incluyó la iluminación simultánea de los 11 escenarios entregados en los últimos años, entre ellos, el Coliseo Mayor, Complejo de Raquetas, Pista BMX y Tejódromo, y que, con la entrega del Complejo Acuático, pone fin a la historia de los Juegos Nacionales 2015.
“Con esta entrega, Ibagué cierra el capítulo pendiente de sus escenarios deportivos. Hoy, el deporte ibaguereño se siente completo y las obras están al servicio de quienes las merecen: los atletas, las familias, los entrenadores y la niñez que sueña con llegar muy lejos”,
Asimismo, en el recorrido por los alrededores del recinto se develaron 4 monumentos que enriquecen el paisaje urbano: 2 de ellos construidos desde cero y 2 renovados.
Se trata del ‘Águila que alza vuelo’, ubicada en el antiguo CAI de la 42 con 5ª, y ‘Renacer Acuático’ un homenaje a las 4 modalidades que se practican en el recién inaugurado Complejo Acuático.
Por su parte, el ‘Monumento a la Paz’, que fue intervenido y ahora cuenta con un espectáculo de luces y el vitral del Coliseo Menor, una pieza artística del maestro Pedro Cabrera.
“Lo que hoy hemos logrado es solo el inicio de una nueva era para Ibagué. Hoy saldamos una deuda histórica con el deporte, una deuda que, con el Complejo Acuático de la 42, hoy queda cerrada. Este escenario era el último paso necesario para completar nuestro proyecto deportivo, y hoy, finalmente, lo hicimos posible”, puntualizó.
Algo de Historia de las Piscinas Olímpicas

Panorámica de la Unidad Deportiva de la calle 42 en su construcción para los Juegos Nacionales del 70.
Las Piscinas Olímpicas de la calle 42, Hernando Arbeláez, reciben ese nombre en homenaje al exalcalde y líder cívico quien contribuyó a la organización de los Juegos Nacionales del año 70. Evento que contribuyó a una transformación urbana de la ciudad.
La estructura fue concebida para ser la casa de eventos nacionales e internacionales llegando a recibir el XXIV Sudamericano Juvenil de Natación en 1997. Un símbolo de progreso que pronto se convertiría en el orgullo para varias generaciones de deportistas ibaguereños.
Como cualquier escenario que busca mantenerse a la altura de las exigencias del presente, el complejo acuático de la 42 necesitaba una renovación urgente, después de más de 40 años de haber sido construido. Una intervención que le devolviera la funcionalidad para el alto rendimiento deportivo.
Fue en 2012 cuando el entonces presidente Juan Manuel Santos, en una alianza tripartita entre la Administración Municipal, la Gobernación del Tolima y Coldeportes, -hoy Ministerio del Deporte, anunció la inminente celebración de los XX Juegos Nacionales y con esto la renovación integral del recinto.
La promesa se presentó como la solución a años de deterioro, falta de mantenimiento y como el retorno al esplendor que las Piscinas Olímpicas habían simbolizado.
Sin embargo, los primeros indicios de lo que se tornaría una pesadilla se hicieron sentir hacia finales de 2014, cuando a un año para las competencias, no había sido adjudicada la licitación. Este fue el inicio de un largo camino de periplos y desaciertos administrativos que terminaron en el mayor escándalo de corrupción de la ciudad.
Tras ese oscuro episodio, decenas de contratistas, funcionarios de la Administración municipal y el alcalde de la época, Luis H. Rodríguez, fueron condenados por este episodio al comprobarse el interés de lucrarse con esas licitaciones.
En su momento, el Ministerio del Deporte, Gobernación del Tolima y Alcaldía de Ibagué, realizaron una bolsa para el mejoramiento y remodelación de toda la Unidad Deportiva de la 42 por $ 39.000 millones y el contrato fue firmado en marzo de 2015, a 8 meses de la inauguración de los Juegos Nacionales Para diciembre de ese año, las obras alcanzaron apenas el 41 % de ejecución.
Aunque las competencias acuáticas se llevaron a cabo en el año 2015, el escenario no era el adecuado y estaba a medias. La imagen de las estructuras de acero recubiertas con lonas verdes para disfrazar el retraso en las obras dejó en evidencia la falta de planeación.
Este escenario de la calle 42 destinado para los nadadores terminó convirtiéndose en un ‘elefante blanco’ y uno de los casos de corrupción más grandes en la historia del deporte en Colombia.

Obras abandonadas en Ibagué
Las obras se paralizaron
A finales de 2015, en medio del escándalo y con la presión encima, se optó por prorrogar el contrato hasta mediados del 2016, aún con la incertidumbre financiera y técnica que lo rodeaba. Fue una apuesta desesperada por cumplir, pero sin los recursos ni la confianza necesarios para continuar.
¿Qué pasó? El consorcio Escenarios Unidad Deportiva no construyó y el proyecto quedó abandonado y a la deriva. “Escenarios deportivos de Ibagué son el panteón de la vergüenza”, “El robo de los Juegos Nacionales en Ibagué”, “La corrupción arrasó con los escenarios deportivos”, titulares como estos inundaron la prensa nacional durante estos últimos 10 años.
Las denuncias por sobrecostos, coimas y maniobras para favorecer a ciertos contratistas desataron una serie de procesos judiciales que salpicaron a altos funcionarios del Gobierno Local y que hoy tienen a más de 20 personas procesadas.
En 2017, bajo el gobierno de Guillermo Alfonso Jaramillo, se lideró el proceso de destrabar los entuertos jurídicos y reclamar las pólizas de responsabilidad además impulsar las acciones legales contra los responsables de este millonario desfalco. Es así como se logró liquidar el contrato fallido de manera unilateral y se destinaron más de $ 2.000 millones para ajustar los estudios y diseños de los escenarios deportivos de Ibagué.
Sin embargo, no se incluyeron las Piscinas Olímpicas y se utilizaron los mismos estudios y diseños del 2015.
El inicio del viacrucis contractual
Al año siguiente, en 2018, se contrataron las obras del complejo acuático de la 42, pero el resultado fue el mismo: una nueva frustración. El contratista volvió a naufragar, y la obra fue siniestrada por segunda vez con un avance de tan solo el 29 %.
La esperanza que generó la inversión se desvaneció frente a un sueño que no se lograba materializar.
Y mientras la ciudad esperaba resultados, las baldosas comenzaban a desprenderse y las grietas aparecían en los vasos de las piscinas como testigos del deterioro.
Entre 2018 y 2021 se realizaron varios intentos para ‘colgar’ la licitación, pero se declararon desiertas debido a los siniestros de los contratos además las imprecisiones en los estudios y diseños iniciales además ninguna aseguradora quería asumir la ejecución de una obra que a toda luz tenía un diseño técnico deficiente y que suponía inmensos retos de ingeniería.
Todo ese panorama generó un ambiente de desconcierto y escepticismo entre la ciudadanía que veía como pasaba el tiempo y las obras no se reanudaban mientras lo poco que se había hecho se iba deteriorando.
Deportistas, que una vez habían encontrado en las Piscinas Olímpicas un lugar de inspiración y superación, comenzaron a cuestionarse sí realmente verían su escenario construido. Se debían rectificar los errores del pasado.
El camino continúa para tener piscinas olímpicas en Ibagué
Para 2022, el entonces alcalde Andrés Fabián Hurtado logró adjudicar el contrato de obra pública para la construcción y adecuación del complejo de piscinas de la Unidad Deportiva de la calle 42.
Pese a que se habían alcanzado a construir el 90 % de los cimientos de graderías y accesos en 2019, fue necesario hacer pruebas de resistencia. El resultado fue alarmante: los pilotes construidos no cumplían con los estándares de seguridad y se tuvo que demoler y prolongar los aceros.
Esto, demoraría aún más la reconstrucción del escenario y obligaría a replantear parte del diseño estructural. Se subsanaron los errores heredados, se corrigieron deficiencias técnicas y se implementaron soluciones que permitieron retomar el rumbo.
En 2024, la alcaldesa Johana Aranda recibió el complejo acuático con un avance físico inferior al 50 %. Ante este panorama, se activaron más de diez frentes de obra de manera simultánea, con el objetivo de recuperar el tiempo perdido y garantizar la entrega del escenario en óptimas condiciones.
La fecha del 25 de abril del 2025 quedará en la historia local como el día que se puso fin a un periodo oscuro para los deportistas de Ibagué con la entrega de las obras que permitirán revivir momentos memorables para los ibaguereños.