La crisis en el sector papero ha llevado a los productores a tomar otros rumbos
Los productores de papa le piden al Gobierno nacional apoyo para poder cultivar sus productos.

En Boyacá la crisis en la producción de papa ha llevado a los campesinos a buscar otras fuentes de ingreso.(Foto: cortesía Fedepapa)
Tunja
La producción de papa en Boyacá enfrenta una crisis profunda debido a los altos costos de producción, la falta de rentabilidad y la escasa ayuda por parte del Gobierno Nacional. Factores como la dificultad para encontrar mano de obra, los tratados de libre comercio y la ausencia de distritos de riego han llevado a muchos campesinos a abandonar el cultivo y migrar a otras actividades económicas, principalmente la producción de leche.
A pesar de que el 2024 tuvo una buena cosecha, los agricultores no lograron obtener ganancias significativas.
"Sembrar para perder es muy difícil. Todo el esfuerzo y los costos que implica el cultivo de papa no dejan ninguna rentabilidad“, señaló Plinio Hernández, presidente de Dignidad Agropecuaria.
En municipios como Siachoque, uno de los principales productores del departamento, cada vez menos campesinos se dedican a este cultivo, optando en su lugar por la ganadería. Por otro lado, el apoyo gubernamental ha sido prácticamente nulo en los últimos dos años, según denuncian los agricultores.
"El sector agrícola en Colombia no ha recibido la ayuda como esperábamos. Es una lucha de nunca acabar y los campesinos se están retirando porque no han tenido la rentabilidad que necesitan y han tenido que hacer otras actividades como la ganadera", señala.
Uno de los factores que ha afectado la competitividad del sector es la importación de papa procesada, facilitada por los tratados de libre comercio. Mientras tanto, los productores locales siguen comercializando su cosecha de forma tradicional, empacada en costales, lo que los pone en desventaja frente a los productos importados.
Otro obstáculo es la falta de infraestructura para enfrentar los cambios climáticos. La ausencia de distritos de riego obliga a los campesinos a depender exclusivamente de las lluvias, retrasando las siembras y generando pérdidas cuando todos cosechan al mismo tiempo.
"La tecnificación es clave, pero el Gobierno no facilita la construcción de distritos de riego. Sin concesiones para estos proyectos, el campo sigue en el abandono", afirma Hernández.
Ante la crisis del sector papero, muchos campesinos han optado por la producción de leche, a pesar de que su rentabilidad también es baja. En Siachoque, la producción ha pasado de 13.000 a 25.000 litros diarios, reflejando el cambio en la actividad económica de la región.
A pesar de esta transformación, los productores insisten en que el agro colombiano sigue en una situación crítica y que las autoridades han ignorado sus necesidades.
“Los gobiernos parecen venir con la intención de ayudar, pero la realidad del campo sigue siendo la misma”, concluye.