Bogotá D.C

Regresó la época de lluvias a la capital de país y han generado emergencias como caída de árboles, inundaciones y deslizamientos que han afectado a los ciudadanos.

La institución educativa Guillermo Cano, en el sur de Bogotá, ha sufrido los estragos de las fuertes lluvias. Debido a la falta de un sistema de desagüe, que permita evacuar aguas residuales o pluviales, los salones y espacios comunes se han inundado de aguas negras.

“Esto afecta a los estudiantes, padres de familia y maestros y maestras, porque como son aguas negras, pues tienen que soportar los malos olores y además de los malos olores, posibles enfermedades”, señaló la presidenta de la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación, Aura Nelly Daza.

Más de 1.200 jóvenes se ven afectados por las inundaciones del colegio. Cada vez que llueve, saben que entran un poco más tarde a clase, mientras los trabajadores tratan de sacar el agua.

Aunque se saque el agua de los salones y de la cancha de fútbol, el mal olor se queda por días afectando la integridad de los estudiantes, docentes y comunidad estudiantil.

La comunidad estudiantil ha informado en reiteradas ocasiones esta problemática a la Secretaría de Educación para que tomen acciones al respecto. Sin embargo, señalan que la entidad responde con mucha lentitud para resolver el problema.

“Hemos notado la lentitud por parte de la Secretaría de Educación para solucionar en forma rápida y expedita situaciones como estas (...) Si no se le hace mantenimiento, si no está pendiente de que el edificio hay que cuidarlo y hay que inyectarle presupuesto, pues, sucede todo esto”, aseguró la presidenta sindical.

Los directivos y maestros del colegio Guillermo Cano piden al Distrito que esta situación sea resuelta lo más rápido posible con la infraestructura necesaria para evitar inundaciones y malos olores que afectan el derecho a una educación digna.

¿Qué respondió la Secretaría de Educación?

La inundación más reciente que vivió el Colegio Guillermo Cano fue el pasado 18 de febrero y de acuerdo con la Secretaría de Educación a los dos días después ya se estaba atendiendo la situación.

“Esto tiene que ver con la acumulación de basuras que llegan a los desagües y eso llegó a que se taponaran las cajas internas del colegio y se generara el rebosamiento”, explicó Abel Matiz, subsecretario de Acceso y Permanencia de la Secretaría de Educación.

Con respecto a la solución de esta problemática y evitar que vuelva a inundarse el colegio, la entidad aseguró que se está adelantando el trabajo preventivo para limpiar las cajas recolectoras de agua exteriores.

“Hacemos un llamado para el manejo adecuado de basuras sobretodo para evitar el taponamiento de las alcantarillas y de las cajas recolectoras”, resaltó el subsecretario.