Aunque no hay muestra real de paz, es clave no caer en la desesperanza: Iglesia católica en Quindío

Armenia

Ante los últimos hechos de violencia y de la aparición de elementos alusivos al grupo armado en diferentes zonas del país, Monseñor Carlos Arturo Quintero obispo de la Diócesis de Armenia evidenció la compleja situación en materia de orden público por lo que fue claro que no hay muestra real de paz.

“Es un tema que vemos con mucho dolor en la iglesia, que a veces sentimos en el corazón de muchos hombres y mujeres de nuestra sociedad como algo desesperanzador, con una pregunta hacia dónde vamos, qué queremos construir en este país. Pero, aun así, la iglesia siempre será bandera de la esperanza, entonces creemos que hay que volver a la mesura, a la cordura, no perder de vista la institucionalidad”, informó.

A pesar de lo anterior enfatizó que es importante que la comunidad no pierda la esperanza y cada uno desarme el corazón realizando acciones conjuntas para procurar la paz en los territorios.

“La única manera de garantizar que la democracia siga siendo realmente la vertiente que construya y una puentes entre los ciudadanos colombianos, De manera que necesitamos el diálogo, el diálogo. No existe otro camino. San Pablo VI decía, “El diálogo es un proceso y una experiencia interior de caridad que tiende a hacerse don exterior.”, manifestó.

Señaló que es el tema lo ven con mucho dolor desde la iglesia católica porque quienes resultan más afectados con los hechos de violencia son los ciudadanos, sin embargo, enfatizó que siempre serán abanderados de la esperanza.

“Entonces me parece a mí que lo que estamos viviendo hoy esa remetida violenta, pues en el fondo quién sufre? Sufre la misma comunidad. Es una pelea por territorios. Pero no solamente estamos viviendo ese tipo de acciones violentas, sino que además también los grupos armados siguen en su beligerancia, no hay una muestra real de paz y eso empieza a tocar el corazón de muchos mandatarios, pero también de muchos ciudadanos que se preguntan qué significa la paz total y hacia dónde vamos”, indicó.

Agregó: “. Bueno, que pienso yo que no podemos caer en la desesperanza. Creo que los medios de comunicación deben también ser profecía y signo de esperanza para la comunidad, como ayudarle a nuestros ciudadanos a que entiendan que cada uno tiene que desarmar su corazón y que podemos emprender acciones conjuntas en donde le digamos no a la violencia, sí a la paz”.

Resaltó que más allá de diálogos, es clave reflejar la voluntad de los grupos armados para disminuir los hechos de sangre que enlutan a las familias colombianas.