Grafitis en Medellín, ¿cómo superar la guerra de narrativas?

En Hora20 una mirada a lo que implica el acuerdo de cese al fuego en Gaza en momentos en los que termina el gobierno de Joe Biden. Después, el escenario local ante las distintas reacciones que ha generado un mural en Medellín que buscaba honrar la memoria de las víctimas de la Escombrera. Por último, los retos que tendrá a partir de mañana el nuevo procurador general, Gregorio Eljach.

Lo que dicen los panelistas

Sandra Borda, politóloga, profesora en la Universidad de los Andes e internacionalista, planteó que el cese al fuego en Israel es una buena noticia para la administración Trump porque es una guerra menos por las próximas seis semanas, “contempla intercambio de rehenes secuestrados por Hamas y contempla entrega de prisioneros palestinos”. Manifestó que también se contempla una suerte de hoja de ruta para replegar las tropas en la frontera y empiecen a retornar los más de 2 millones de desplazados.

Sobre la memoria y el uso del espacio público, dijo que parte de lo que buscan las expresiones sociales es justamente enviar un mensaje antiestablecimiento, “la expresión social en sectores que no tienen poder tiene mucho de espontánea”. De otro lado, dijo que hay una obsesión con la pared gris o blanca y eso responde a una defensa tergiversada del espacio público, “hay que pensar el espacio público como lienzo para dar voz a quienes no la tienen en otros espacios”. Por último, manifestó que parte de lo que se tiene que estar haciendo desde sociedad civil, es dar espaldarazo a instituciones que pueden resolver problema que son las entidades de justicia transicional para que determine qué pasó en la Escombrera.

Luis Felipe Henao, abogado, exministro de Vivienda, columnista en El Tiempo, dijo sobre la Escombrera que preocupa que no han dicho que son víctimas del conflicto, “Medellín ha tenido guerra por múltiples causas y toca verificar si esas personas encontradas obedecen a la época de Orión”. Resaltó que no se puede violar la expresión de las víctimas, pero tampoco se puede estigmatizar a quien no está de acuerdo con esa expresión, con lo cual, dijo que no está  de acuerdo con que se borre el mural. Además, dijo que es normal que en año preelectoral el tema de polarización nutra ambientes hostiles.

Antonio Sanguino, excongresista, sociólogo y consultor, planteó que Federico Gutiérrez está en tres líos, “el primero, de censura, Fico por más alcalde que sea, no puede definir qué es arte y qué no, qué ofende y qué no y ejercer autoridad de manera abusiva para censurar”. También dijo que el alcalde asume una conducta negacionista, “el negacionismo está penalizado y se debe respetar y proteger derechos de las víctimas. La conducta es la misma de Polo Polo en el Congreso con las madres de Soacha”. Detalló que la memoria es una construcción colectiva y es un campo de batalla político, “eso no se puede negar. Al uribismo se le viene la Escombrera encima por actuación de la JEP y la UBPD”.

Manifestó que la polarización política no es mala per se, “el debate político es polarizado en todas las democracias. Hablamos de derechos de las víctimas que llevaban 20 años reclamando y diciendo que tenían familiares enterrados en la Escombrera”.

Santiago Vargas, máster en sociología del London School of Economics, candidato a doctor en sociología por la Universidad de Cambridge y columnista de El Tiempo, recordó que el alcalde dice que elimina vandalismo al borrar el grafiti y que es un llamado al odio, “pero por qué el alcalde dice qué es arte y qué no, entonces hay una percepción de que una pared gris genera seguridad”. También señaló que si bien hay una ley a través de la cual deben pasar los grafitis, los dos que se borraron recientemente tienen un patrón, “parece haber un interés del alcalde de Medellín de proteger las narrativas de su sector político”.

Por último, recordó que hay una competencia para controlar las narrativas, “hoy hay dos narrativas con patrones similares para dar contenido al conflicto”.