Mujeres en prisión y sus hijos encuentran nuevas oportunidades en el Valle de Aburrá
Un programa integral busca romper ciclos de violencia y promover la reintegración social
Valle de Aburrá
Un modelo innovador está transformando vidas al brindar segundas oportunidades a mujeres privadas de la libertad y apoyo integral a sus hijos. A través de una alianza entre la Fundación Valórate y One Inversión Social, el programa combina educación, cuidado infantil y formación laboral, impactando a más de 300 familias en los últimos dos años.
El proyecto inicia con la protección de los niños, quienes reciben educación, alimentación y acompañamiento psicosocial mientras sus madres cumplen condenas de hasta 10 años. Paralelamente, las mujeres participan en procesos educativos y formativos un año antes de recuperar su libertad, facilitándoles la reintegración social y laboral.
Mónica Gómez, directora de la Fundación Valórate, explicó el proceso que hacen con los hijos de las mujeres en prisión: “Tenemos el hogar Valora la Alegría, es un hogar donde cuidamos a los hijos de estas mujeres que están cumpliendo la pena. Los niños están en el hogar, todos los días los llevamos al colegio, les ayudamos a hacer sus tareas, ellos juegan, están en el hogar permanentemente y también hacemos salidas recreativas. Cada mes los llevamos a que visiten a sus madres en la cárcel El Pedregal para que puedan interactuar con ellos y fortalecer el vínculo materno.”
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Además, menciona que en medio del proceso de resocialización buscan ayudarles a encontrar una profesión que puedan ejecutar al salir del centro carcelario: “Nosotros contribuimos para que esta persona un año antes de recobrar su libertad se forme, tenga esperanza de vida nuevamente y cuando salga ofrecerles un trabajo o gestionarles un trabajo, ya que es difícil por sus antecedentes penales y porque no tienen un oficio claro. Después de uno estar 10 años en prisión sin hacer nada, pues no tiene un perfil o un oficio que pueda desempeñar para tener unos ingresos dignos y poder sostener a su familia. Dentro de la cárcel nosotros las formamos en habilidades para la vida, en valores, tolerancia a la frustración, manejo de emociones, resolución de conflictos y en el hacer les enseñamos el tema de maquillaje de uñas con el apoyo de Organic y Call Center con el apoyo de la empresa Emergia.”
En 2024, 35 niños recibieron un entorno seguro, y 260 mujeres fueron capacitadas para garantizar su autonomía tras la condena. Este modelo busca convertirse en un referente para la reconstrucción social en Colombia, demostrando que las segundas oportunidades pueden cambiar el destino de muchas vidas.